La Xunta de Galicia pondrá en marcha a lo largo del mes de mayo un canal telefónico a través del que atenderá y realizará un seguimiento de la situación de los casos de soledad no deseada de personas mayores en Galicia, de los que realizará un censo para facilitar las labores de control.
Esta medida, que ha sido anunciada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la conselleira de Política Social, Fabiola García, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, contará con un público objetivo de 1.000 personas, que podrá ser ampliado tras pasar por un período de prueba.
El número de teléfono, que se dará a conocer una vez que la Administración autonómica culmine los trámites administrativos para su activación, prevé estar operativo este mes de mayo.
Además, a través de dicha acción, realizada en colaboración con Cruz Roja, también se instalarán puntos de atención presencial para realizar un seguimiento de las pautas y los hábitos de vida de todas las personas usuarias, para prevenir y atender situaciones de soledad no deseada en la comunidad.
Tal y como ha explicado la titular de Política Social, esta medida se enmarca en una línea de ayudas a la que la Xunta ha destinado un total de 145 millones de euros y constará de cuatro puntos principales: la detección, la sensibilización, la prevención y la intervención.
LAS MEDIDAS
En concreto, la conselleria ha detallado que, en cuánto a la detección, se realizará un protocolo y un censo para poder realizar un seguimiento de las personas en esta situación, que se elaborará a través de figuras como el servicio de ayuda al hogar o distintos colaboradores locales.
Asimismo, en cuanto a la sensibilización, ha avanzado que crearán campañas informativas, programas de formación y unos premios que reconozcan el trabajo de los que luchan contra la soledad no deseada.
En relación con la prevención, el Gobierno autonómico ha anunciado que se promoverán actividades intergeneracionales, un programa de rutas culturales y viajes, así como el desarrollo de proyectos de acompañamiento tecnológico para reducir la brecha digital.
Finalmente, en la fase de intervención, se plantean redes de apoyo y acompañamiento, mediante acciones como la puesta en marcha de viviendas de uso compartido en el rural y el ámbito urbano, el diseño de un programa específico de voluntariado o programas en colaboración con protectoras de animales o establecimientos hosteleros para favorecer la socialización de estas personas.