El vicepresidente de la Diputación de Lugo, Efrén Castro, y la diputada de Cultura, Iria Castro, han acusado a la Xunta de «retrasar, una vez más, la protección y valorización» de la Torre de Caldaloba, un vestigio histórico situado en el municipio de Cospeito y cuya la propiedad está repartida al 50% entre Ayuntamiento y entidad provincial desde que ambos compraron su parte en 2022.
Según comunicaron este viernes los dos nacionalistas, el gobierno autonómico ha cursado una demanda de retracto con relación a la compra de la parcela en la que se ubica la mitad oeste de la Torre de Caldaloba y la parte fundamental de su sistema defensivo, que se compró en la legislatura anterior, con la responsable de Cultura, Maite Ferreiro.
Iria Castro explicó que «esta notificación del juzgado es la primera noticia que tuvimos de la Xunta de Galicia desde hace casi tres años» y aclaró «que si hubiese tenido interés en la adquisición y en la conservación de Caldaloba, pudo haber resuelto este procedimiento por la vía administrativa en su momento, ejerciendo el derecho de tanteo o derecho de retracto que le atribuye la Ley de Patrimonio».
Le reclaman, por tanto, que recurriese a la vía judicial cuando ellos estaban de acuerdo en negociarpara unificar la propiedad bajo una gestión pública, «siempre que hubiese un plan de puesta en valor».
Mientras este debate tiene lugar, la situación de la Torre de Caldaloba sigue sin cambios desde 2022, un monumento de más de 600 años de historia, con categoría BIC desde 1994 y bajo la vigilancia de Patrimonio sobre el que no consiguen ponerse de acuerdo las tres administraciones.
En 2021, y después de numerosas peticiones vecinales y de entidades culturales, la Xunta y el Ayuntamiento de Cospeito comenzaron un estudio y iniciaron el proceso de compra de este monumento, que se encontraba repartido entre diferentes manos.
El objetivo fue siempre la compra del monumento para su puesta en valor. Así lo defiende el propio alcalde de Cospeito, Armando Castosa, que pone encima de la mesa «hechos claros que se demuestran con un expediente que cualquiera puede consultar, no con palabras dichas al aire que desinforman de lo que está pasando».
En 2022 se anunció por parte del Ayuntamiento la compra de la mitad de los terrenos donde está la Torre y que se abriría un proceso de expropiación para reclamar la otra mitad, ya que no había acuerdo con los otros propietarios. Esta compra estuvo auspiciada en todo momento por la Xunta de Galicia, afirma Castosa, quien dio el dinero para el proceso.
Simultáneamente, la Diputación compró la otra mitad, «a un precio mucho mayor y sin estar muy claro el proceso», añade el alcalde. Mientras tanto, Vicepresidencia afirma que la compra se realizó porque la Xunta no estaba dispuesta a actuar sobre la Torre «y solo mostró interés, después, cuando compramos nosotros», explicaron.
Al tratarse de un BIC, la Diputación no pudo completar el proceso de compra incluyéndola en el registro, lo que generó un problema a la hora de actuar sobre la misma, y no ayudó la falta de comunicación entre ambas entidades, que se acusan mutuamente de no querer sentarse a hablar del presente y, sobre todo, del futuro de la Torre.
«Llevamos años de bloqueo, con silencio en la vía administrativa a todas las propuestas de actuaciones que se hicieron desde el área de Cultura en el edificio, y de evasivas en la vía política, sin responder a ninguna de las solicitudes de reunión que se hicieron a la Consellería de Cultura», explica Iria Castro, quien afirma que se actuó en todo momento «con el objetivo último de incorporar la torre al patrimonio público y desarrollar un proyecto de recuperación, protección y valorización de acuerdo con su valor histórico y simbólico para Galicia».
El problema ahora es que mientras el proceso judicial sigue su marcha, la Torre de Caldaloba sigue viendo pasar el tiempo sin cuidados y, sobre todo, sin una actuación inmediata para poder frenar el deterioro, que es evidente, en la construcción. Los vecinos reclaman un acuerdo inmediato ya que el estado de la zona y también del monumento puede suponer un riesgo para los visitantes.
Explicaron los diputados que a lo largo del año 2023, el área de Cultura de la Diputación solicitó a la Xunta de Galicia en dos ocasiones permisos de Patrimonio para actuaciones de conservación, estudio y consolidación de la Torre de Caldaloba, «que no recibieron respuesta». La primera, el 23 de febrero de 2023 para realizar trabajos de estabilización y consolidación. La segunda, el 5 de diciembre del 2023, para desarrollar sondeos arqueológicos valorativas en la parcela e instalar elementos de protección en el pozo situado al lado de la fortaleza.
A mayores, el área de Cultura concurrió a la convocatoria de ayudas del programa del 2% cultural del gobierno del Estado con una propuesta de inversión de 868.000 euros en actuaciones de investigación, conservación y consolidación de la Torre de Caldaloba, que fue desestimada en diciembre de 2024 por ese bloqueo.