El BNG ha solicitado la comparecencia urgente del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, para que dé cuenta de las decisiones que tomó el Gobierno gallego a raíz de la crisis provocada por el apagón eléctrico del lunes. Concretamente, el motivo de «ceder» sus competencias «en favor del Gobierno central», lo que califican de «falta de confianza en el país».
Así lo ha confirmado la viceportavoz primera de los nacionalistas en el Parlamento, Olalla Rodil, este miércoles en rueda de prensa.
Consideran desde el BNG que el máximo responsable político de este país «debe dar unas explicaciones que, son siempre esenciales, pero más si cabe en circunstancias tan excepcionales e insólitas como las vividas estos días».
Piden también llevar a cabo una valoración del impacto económico del apagón en la industria, «importante» para articular medidas y ayudas para apoyar a estos sectores.
Rodil ha incidido en las decisiones políticas tomadas por el Gobierno gallego entre el lunes 28 y la mañana del 29 de abril, que «generaron más confusión y situaciones tremendamente caóticas, muy especialmente en el ámbito educativo».
Sobre esto, ha criticado las informaciones «completamente contradictorias» dadas por la Xunta, que llevó al profesorado y a las propias familias a la «confusión».
«A última hora de la tarde del día 28 se dijo que se suspendían las clases y que el profesorado no tenía que acudir a los centros. Como mucho, los directores y conserjes por si aparecía alguna incidencia. El 29 de abril, por la mañana, la Xunta da una contraorden y dice que abre para servicios de conciliación. El profesorado no sabía si tenía que ir y las familias tampoco qué hacer con los niños», ha relatado Rodil.
RENUNCIA A LAS COMPETENCIAS, «UN MANDATO DE GÉNOVA»
«Por el camino, entre una información y la contraria», ha continuado, la Administración autonómica «renuncia a sus competencias» en favor del Gobierno central con la declaración del nivel 3 de emergencia. «Entonces, el Gobierno decreta la apertura de los centros para conciliación», ha apuntado.
«¿Cuáles fueron las razones para que el Gobierno gallego no siguiese con su labor y cediese las competencias a las autoridades estatales, cediendo el mando que había estado ejerciendo todo el día 28?», se ha preguntado.
Argumenta Rodil que esta decisión parece responder más a «un mandato de la calle Génova que a una decisión que atendiese a los intereses de los gallegos», puesto que, tal y como ha señalado, todas las comunidades, menos una, que solicitaron el nivel 3 de emergencia están gobernadas por el partido popular.
«Esto demostraría poca confianza en el país y en su capacidad de gobierno. Y sería triste que renunciase al autogobierno porque se lo pidiesen en Madrid», ha afirmado, reivindicado la «solvencia» con la que se actuó el día 28 desde todos los servicios gallegos implicados, «desde los municipales hasta los técnicos de la Xunta».
«Creo que lo mínimo que podemos esperar son explicaciones, una vez retomada la normalidad», ha concluido, apuntando además que las exigirán, asimismo, en la próxima sesión plenaria.