El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, junto al alcalde de Lugo, Miguel Fernández, ha visitado este martes el entorno del río Rato afectado por la borrasca Olivier, «que afectó de manera importante este espacio natural muy utilizado por los vecinos». Allí, el presidente provincial ha instado a la población a extremar la precaución en el entorno del río y ha recordado que, para garantizar la seguridad de los usuarios, se ha desviado el tránsito por el carril bici.
En declaraciones a los medios de comunicación, el mandatario provincial ha detallado que los técnicos de la Diputación, en colaboración con la empresa pública Tragsa, están realizando una «evaluación exhaustiva» de los desperfectos causados por las intensas lluvias registradas el pasado viernes «para reparar con la máxima celeridad» las consecuencias de la tormenta.
En concreto, MeteoGalicia avisó el pasado viernes de una «situación muy complicada en la mayor parte de la provincia» por «lluvias torrenciales» que dejaron más de 50 incidencias en la provincia, con la ciudad amurallada como zona más afectada.
Según indicó el CIAE 112 Galicia, en el ayuntamiento lucense se registraron 43 intervenciones, la mayoría de ellas por anegamientos en las calles. Además, el agua llegó a entrar también en el anexo al Pazo dos Deportes.
De este modo, Tomé ha explicado que la Diputación ha puesto en marcha una hoja de ruta para afrontar esta situación, que incluye la solicitud de una actuación de emergencia a la Confederación Hidrográfica y la elaboración de una memoria técnica para cuantificar los costes de las actuaciones que serán necesarias.
«Los daños son significativos, hay cuatro pasarelas peatonales que habrá que reparar por completo y en el firme del paseo que tendremos que acondicionar íntegramente, y se llevarán a cabo tareas de limpieza en los márgenes del río», ha desgranado el presidente de la Diputación ante las preguntas de los medios.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Miguel Fernández, ha aprovechado para destacar la respuesta conjunta entre el Ayuntamiento y la Diputación, y ha celebrado que «afortunadamente en Lugo no hubo que lamentar ningún tipo de desgracias personales».
«El pasado viernes sufrimos una situación absolutamente extraordinaria y muy desproporcionada que dejó nada menos que 77 litros por metro cuadrado, un volumen muy importante y muy difícil que cualquier sistema de captación pueda asumirlo en tan poco tiempo», ha aseverado.
Con todo, ha incidido en que los efectos del cambio climático «son cada vez más evidentes» y ha apostado por la prevención, en esta línea, ha calificado este episodio como «un golpe de atención» para que todas las administraciones prioricen este tema y busquen soluciones.
«Estamos analizando los puntos críticos con el objetivo de aplicar medidas efectivas, como el impulso de un PERTE del agua, que nos permitirá digitalizar la red municipal y acceder a datos en tiempo real para dar una respuesta más ágil y eficaz ante futuras emergencias», ha concluido Fernández.