El cerco ibérico se ha reunido este jueves en la localidad portuguesa de Matosinhos para poner sobre la mesa la situación que vive y mirar al futuro a la vez que «luchan por garantizar unas posibilidades de pesca que les garantice poder trabajar». En concreto, el sector pedirá a los gobiernos de ambos países que en Europa defiendan «firmemente» la pesca de la sardina ibérica.

El encuentro ha reunido a representantes del Cantábrico noroeste, de Andalucía y de Portugal, y se ha hablado de la campaña y del análisis de la sardina ibérica, así como de la asignación de cuotas de boquerón y de jurel.

El presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría (Huelva), Manuel Fernández, ha dicho en un comunicado que quieren que «desde Europa consideren la postura del sector, ya que en los últimos cinco años ha tenido restricciones que han provocado pérdidas económicas para armadores y marineros, haciendo un importante esfuerzo para hacer frente a todo ello y encontrándose el sector en una situación complicada y con un futuro incierto».

A todo lo anterior, como ha explicado, se une una reducción del 20 por ciento en la especie del boquerón y del 50 por ciento en la cuota de jurel, que han contribuido además a todo esa difícil situación de pesquería.

Tras la jornada, se va a exigir a los gobiernos de Portugal y España que defiendan «firmemente» el futuro de la pesca de sardina en la Península Ibérica, considerando que las posibilidades mínimas de pesca para las sardinas para garantizar la supervivencia de la industria pesquera «no pueden ser inferiores a 30.000 toneladas para el año 2020, ya que todo parece indicar que los informes Ices cuyos resultados conoceremos en el mes de diciembre implicarán una subida del stock de la sardina en más de 300.000 toneladas».

Finalmente, Manuel Fernández ha manifestado que se ha concluido «la necesidad de celebrar con urgencia una reunión conjunta de los gobiernos de Portugal y España, junto con el sector pesquero, para abordar todos estos temas y poder programar la próxima campaña de pesca en un contexto de menor incertidumbre». «Esto será una vía de negociación abierta que todos esperan que traiga mejoras y soluciones al sector de cerco», ha zanjado.