La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el primer teniente de alcalde, Rubén Arroxo, han anunciado este miércoles en rueda de prensa que llevarán los presupuestos de la ciudad al pleno de finales de noviembre, el 28 de noviembre, tras la junta de gobierno local.

Las cuentas para el próximo ejercicio superarán «los 100 millones» de euros, de los que más de 20 irán destinados a inversiones y «más de un 50 por ciento que irán a políticas de dimensión ecológica, como renovación urbana, movilidad sostenible o transición energética», desmenuzaba la alcaldesa Lara Méndez.

A su vez, Méndez ponía especial énfasis en que «un 28 por ciento» del presupuesto, de esos más de 100 millones de euros, irán dirigidos a «políticas sociales».

Sobre todo ha destacado la «estabilidad» del Gobierno para que el año próximo puedan ejecutarse estas partidas presupuestarias «con deuda cero», como así ocurre desde 2017. Estas cifras suponen un incremento «del cinco por ciento» con respecto a las cuentas del presente ejercicio que fueron aprobadas tras una moción de confianza presentada por la propia alcaldesa, Lara Méndez.

El primer teniente de alcalde, Rubén Arroxo, ha destacado sobre todo la partida de «600 mil euros», dentro del área de movilidad que llevan los nacionalistas, para «la peatonalización de la Mosquera» (en la ronda de la muralla).

Esto, ha asegurado, pasa por «una mayor humanización» de la Ronda de la Muralla, con la que se pretende cumplir la aspiración de peatonalizar la zona que cerca el monumento lugués Patrimonio de la Humanidad.

Igualmente, Rubén Arroxo ha desgranado que «500 mil euros se destinarán a la pavimentación de barrios» de la periferia y 300 mil para «instalación eléctrica». La suma de ocho concejales del PSOE y cinco del BNG permitirán que salgan adelante los presupuestos, frente a diez ediles del Partido Popular y dos de Ciudadanos, en una corporación de 25.