Los alcaldes de Melide, Santiso, Agolada, Toques y Arzúa mantendrán próximamente una reunión, a la que también invitarán al regidor de Palas de Rei (Lugo, para explora la configuración de una postura común sobre el desarrollo de la planta de Altri, que este viernes ha recibido el visto bueno de la Xunta al verla viable desde el punto de vista medioambiental.
Los regidores de los municipios de la zona donde se proyecta la factoría de la pastera lusa organizarán una reunión a varias bandas aproximar posturas sobre la planta, aunque los de Melide, Santiso y Arzúa ya han explicitado su rechazo frontal a la iniciativa, sobre la que el regidor de Agolada advierte que el posible impacto en la zona llena a los vecinos de «preocupación».
«Reiteramos nuestra oposición a esta macrocelulosa, que es lo que es. Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre», ha expresado en declaraciones a Europa Press el alcalde de Melide, José Manuel Pérez (Adiante Melide), antes de lamentar que no se tenga en cuenta la opinión de los ayuntamientos donde se asienta el proyecto, sobre el que «nadie termina de ver cuál puede ser el beneficio» para sus alrededores.
Así las cosas, Pérez ha avanzado que los ayuntamientos de la zona se reunirán próximamente para estudiar la posibilidad de crear un frente común del que salga una «acción potente». También será invitado el regidor de Palas de Rei, el popular Pablo Taboada, quien este mismo viernes reiteró su respaldo a la iniciativa.
«Siempre dijimos que si tenía el aval de los funcionarios, de los técnicos, tendría nuestro apoyo a muerte y es como tenemos que actuar», ha manifestado el regidor de Palas también en declaraciones a Europa Press.
SANTISO VE MOTIVOS DE «ESPERANZA»
El alcalde de Santiso, Manuel Adán (BNG), cree que el visto bueno de la Xunta al proyecto «no es el final». «Sigo creyendo que estamos en un intermedio del camino. No es un ‘sí’ definitivo. Quedan más cuestiones que ver», ha señalado en declaraciones a Europa Press este viernes.
El regidor apunta a la «más que probable» judicialización del desarrollo de la factoría en Palas como uno de los motivos de «esperanza» para que no se lleve a cabo lo que considera «un proyecto malo para el país».
Adán ve ahora «la pelota en el tejado» de Gobierno central y Unión Europea, que deberán decidir sobre la petición de 250 millones de euros de fondos comunitarios, a los que Altri liga la puesta en marcha definitiva de la fábrica.
A su juicio, el criterio ambiental «no puede ser el único» que pese a la hora decidir si un proyecto recibe subvenciones de este volumen. «Tiene que haber más criterios», ha remarcado el alcalde nacionalista, que cree que UE y Estado deben tener en cuenta cuestiones como la viabilidad económica y social del proyecto, que cree que son cuestionables.
«Esperamos tener su apoyo». Es el mensaje que envía a Gobierno central y Comisión Europea el alcalde de Santiso, que reitera que «todavía hay esperanzas» para que Altri no se convierta en una relidad. «Esto es el ámbito ambiental, pero queda el social, el económico…», ha añadido.
Afirma que, tras la publicación del informe de la Xunta, todavía no ha hablado con los alcaldes de Arzúa y Melide, con los que hizo un frente común en oposición a la planta de Altri, pero que los gobiernos locales estarán juntos en la manifestación convocada para el sábado 22 de marzo en A Pobra (A Coruña).
«PREOCUPACIÓN» EN AGOLADA
Por su parte, el alcalde de Agolada (Pontevedra), Luis Calvo, del Partido Anticorrupción y Justicia, ha trasladado también a Europa Pres que varios regidores de municipios afectados están viendo la posibilidad de mantener un encuentro en el que analizar la situación una vez que la Xunta ha dado luz verde ambiental al proyecto de Altri.
Calvo ha ratificado que para esa reunión se invitará también al regidor de Palas, ya que considera «importante» que estén todos los alcaldes preocupados.
Al margen de que puedan hablar con mayor profundidad del asunto, ha confesado «preocupación» por el avance del procedimiento y los efectos que pueda tener «la contaminación» en el río Ulla.
«La gente tiene miedo, tenemos miedo por cómo va a afectar la contaminación a Agolada», ha zanjado.
