El proyecto de Altri para Palas de Rei (Lugo), en el foco en los últimos meses debido a la contestación que ha generado, ha sido centro de una nueva riña verbal entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la líder del BNG, Ana Pontón, en el Parlamento. Si el mandatario ha devuelto al tejado del Bloque las acusaciones de «coaccionar» funcionarios, la nacionalista le ha afeado «resucitar el franquismo industrial».
La jefa de filas del BNG, formación que atribuye a la Xunta «ocultar» documentos sobre el proyecto, ha arrancado su intervención con una pregunta que, ha afirmado, «se hacen muchos gallegos y gallegas». «Si ese proyecto de macrocelulosa es tan fantástico, ¿por qué no lo quieren en Portugal, señor Rueda?, se ha preguntado, antes de aseverar que la respuesta es «muy fácil»: «Porque es una bomba ambiental».
A su juicio, al «apostar» por el plan de Altri, lo que demuestra Rueda es que los populares «no tienen ningún proyecto industrial de futuro para este país». «Su proyecto es volvernos al pasado. Lo que nos está ofreciendo es recuperar el franquismo industrial de las celulosas», ha censurado, antes de instarle a «rectificar». «No hipoteque el futuro de nuestras hijas e hijos», ha apelado.
En tono irónico, Rueda ha tirado de ejemplos de empresas ligadas a otros países que producen en Galicia como Stellantis o Alcoa. «¿Por qué Stellantis no se va a París? O Alcoa, ¿por qué no la quiere Trump? Esa es la miopía del nacionalismo», ha esgrimido.
Lo ha hecho antes de redoblar la apuesta verbal y devolver al Bloque una acusación que sus dirigentes han dirigido a los responsables de la Xunta en las últimas semanas: supuestas «presiones» sobre funcionarios para lograr la autorización de Altri.
«Unstedes hablaron de coacción a los funcionarios. Es verdad. La hubo. ¿Sabe de quién? De ustedes, señora Pontón. Una coacción injusta, irresponsable, continuada, cobarde e indocumentada», ha sentenciado Rueda, quien ha insistido en que, como Pontón «no pudo inaugurar» Altri en Palas tras su victoria electoral del año pasado, ahora «da la batalla» contra el proyecto de la compañía.
«Pero es lo que hay. El pueblo es quien ordena», ha continuado el también líder del PPdeG, quien ha sugerido a Pontón que, si quiere «ganarse la confianza» de los gallegos, debería «tener un mínimo de humildad y gallardía» y «pedir perdón a todos los técnicos que ustedes ponen en duda sin conocerlos ni tener idea de la materia, arrogándose unos conocimientos que no tiene ni tendrá en la vida».
Pontón se ha reivindicado como líder de la oposición apoyada por «casi medio millón de gallegos y gallegas» antes de advertir que, ni en este papel ni como mujer le va a tolerar que cuestione su «capacidad de comprensión» ni sus propuestas. «Menos paternalismo, menos machismo y un poco más de humildad. A mí no me van a callar», ha advertido.
«No se me haga la ofendida. Eso, a lo mejor, la primera vez, la segunda, la tercera, la cuarta… Pero es que ya 20 veces. Yo le hablo a una diputada que le está faltando al respeto a tantas funcionarias e ingenieras con trayectoria diciendo que sabe lo que no tiene ni idea. ¿O no son mujeres?», ha replicado Rueda, quien por error (que autocorrigió de inmediato) llamó «presidenta» a Pontón. Los populares han aplaudido con intensidad.
(Habrá ampliación)