Cobre San Rafael, promotora del proyecto de la mina de Touro-O Pino, ha afirmado que sus estudios «avalan la mejoría» del estado de las aguas en el río Ulla y en la ría de Arousa tras la «implementación de un sistema avanzado de recuperación y tratamiento de aguas» en la antigua mina de Touro.
En un comunicado remitido a los medios este jueves, la compañía minera asegura que el informe ‘Análisis y evolución temporal de las aportaciones difusas en el entorno del proyecto Cobre San Rafael de la Universidade de Huelva’ determina «una clara mejoría en la calidad de las aguas con posterioridad a las actuaciones hidrológicas realizadas».
Añade que las inversiones «superiores a 3,4 millones de euros» para crear una planta de tratamiento de agua, redes de drenaje y bombeo y la «restauración» de lechos han llevado a «una disminución sustancial en la carga contaminante» que transportan estos últimos.
Sostiene que estas conclusiones se extraen de «1.117 muestras y 52.409 datos recogidos desde 2017 dentro del programa de vigilancia continuada, con toma de muestras mensulaes en los lechos y acuíferos del entorno de la mina histórica» que, posteriormente, fueron analizados por el Grupo de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente de la UDC para «diseñar el nuevo sistema de gestión de aguas implantado».
«Los estudios realizados por el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC y la Universidad de Santiago de Compostela determinaron que la calidad del agua en el Ulla y por consiguiente en la ría de Arousa es buena, y no presenta ninguna afición derivada de la actividad minera», añade la compañía.
A renglón, seguido señala que el Proyecto Ambarulla «analizó la composición de las aguas y los sedimentos desde el embalse de Portodemouros hasta la Illa de Arousa, confirmando que los pasivos ambientales de la mina histórica tienen un impacto localizado y limitado al entorno minero».
A ello, añade la existencia del informe ‘Estado Ecológico dos Ríos Lañas y Ulla’ de la Red de Estaciones Biológicas de la USC, que «evaluó la fauna bentónica y la ictiofauna, concluyendo que el estado ecológico de estos ríos es bueno o muy bueno».
Asimismo, apunta que las tareas de seguimiento y medición en la ría de Arousa hechos en colaboración con Parquistas de Carril OPP89 y la Estación de Biología Marina da Graña revelan que «los niveles de metales disueltos, en todos los muestreos, y estaciones de control, estuvieron por debajo de los niveles de referencia».
De esta forma, Cobre San Rafael afirma que «los parámetros fisicoquímicos de las aguas analizadas no muestran indicadores de riesgo ni alteraciones significativos en su composición» en la ría de Arousa donde «sí se detectaron valores de microbiología elevados, que evidentemente no pueden relacionarse con la actividad minera histórica ni actual».
CARTAS DE EXPROPIACIÓN
Por otro lado, el Sindicato Labrego Galego (SLG) ha denunciado que propietarios de terrenos en la zona del proyecto de la nueva mina de Touro-O Pino han comenzado a recibir cartas de la Xunta en las que se les anima «a revisar la relación de bienes y derechos» por si se pueden ver afectados.
En una nota remitida a los medios también este jueves, el SLG censura este tipo de comunicaciones sobre un proyecto que, como recuerdan, se encuentra todavía en fase de tramitación y aún no ha cerrado el período de alegaciones. «Era lo que nos faltaba por ver dentro del rol del PP de Galicia de conseguidor de las empresas extractivas», ha añadido.