La generación eléctrica en Galicia emitió 1,4 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), gases causantes del cambio climático en 2024, lo que supone un 50% menos que el año anterior y bajar a mínimos históricos.
Con base en datos de Red Eléctrica, el Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli) explica que, «a pesar de que el alarmante estancamiento de la potencia eléctrica renovable continuó en 2024», se registran las emisiones más bajas en al menos 50 años debido al cierre de la térmica de As Pontes (A Coruña) en 2023, por lo que tuvo lugar el primer año sin producción eléctrica con carbón.
«El abandono total del carbón y la elevada producción hidroeléctrica son las razones principales de la fuerte merma de las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción eléctrica. Esta supone un 15-20% de las emisiones totales de Galicia, lideradas en la actualidad por el transporte y el sector agrario», indica.
Por otro lado, la electricidad obtenida a partir del agua aumentó el 20%, con lo que supera los 10.000 GWh, lo que no acontecía desde 2010, de forma que se compensa así «con holgura la reducción de la aportación de las demás renovables». Ambos hechos fueron decisivos para que el peso de las renovables (sin residuos orgánicos) en la producción eléctrica escalara hasta el 83,2%.
Y es que la desfosilización de la producción eléctrica gallega experimentó «un enorme salto» desde 2018 por el declive final del carbón inducido por la subida del precio del CO2, a pesar del pequeño crecimiento de la potencia eléctrica renovable. Todo ello se traduce en que las emisiones asociadas de gases causantes de cambio climático fueron en 2024 unas seis veces menores que en 2018.
No obstante, considera «preocupante» el escaso crecimiento de la potencia eléctrica renovable, que tan sólo aumentó en 578 megavatios desde 2018 (+8,1%), según Red Eléctrica (no incluye autoconsumo solar).
«El buen dato sobre las emisiones del sector eléctrico en 2024 no puede ocultar el lastre para la mitigación de la crisis climática desde Galicia que representa la falta de avances en la electrificación y en la instalación de potencia eléctrica renovable», avisa el Observatorio Galego da Acción Climática.
«Las emisiones totales brutas de gases de invernadero en Galicia son actualmente un 33% inferiores a las de 1990, debido principalmente al declive del carbón, pero en 2030 deberían ser ya un 65% menores para estar en línea con el Acuerdo de París», afirma.