Un amigo de José Enrique Abuín ha contado este miércoles ante el tribunal que acompañó «muchas veces» al Chicle a institutos de la zona para ver a menores y «ligar con ellas», así como a discotecas y clubes de alterne, donde buscaba a mujeres «morenas, delgadas y de pelo largo».

El testigo ha explicado que el acusado, que estaba cerca de los 40 años, buscaba a jóvenes en la veintena en discotecas e incluso «casas de alterne», así como a menores en institutos.

Cuando salían «por la noche», ha explicado, solían decirle a la mujer del acusado que iban «a la almeja» o a «robar gasóleo», para lo que incluso metían garrafas dentro del coche para «simularlo». En todo caso, ha afirmado que sólo acompañó a Enrique Abuín a robar gasóleo en dos ocasiones.

En discotecas, casas de alterne o institutos, el amigo de El Chicle ha dicho que el acusado buscaba «a morenas de pelo largo, delgadas». También fue en su compañía «muchas veces» a institutos, para intentar «ligar» con las chicas, a las que llamaba «guapas» y «tías buenas».

El testigo ha destacado que El Chicle llegó a «acosar» y «ser pesado» a través de las redes sociales a menores de edad y ha confirmado que era «insistente» con las chicas.

El amigo de Enrique Abuín ha recordado también que tuvo una conversación con él sobre la desaparición de Diana Quer. «Decía que a esa no la encontrarían más, que se había marchado de España», ha añadido.

NAVE DE ASADOS

Por otra parte, el testigo ha contado que acompañó a Enrique Abuín a coger madera a la nave de Asados meses antes de los hechos, en el invierno de ese mismo año.

Ante el tribunal, ha recordado que Abuín «forzó una puerta» para entrar y que «conocía bien» la fábrica, que se ubica cerca de la casa de los padres del Chicle.

Allí, Enrique Abuín le «mostró un pozo que había en el sótano», ha asegurado, aunque no se veía si tenía agua. «Levantamos la tapa para ver cuanta agua tenía con un hierro, hicimos cuña y levantamos», ha dicho el testigo, que ha explicado que el instrumento utilizado fue «un desmontable» que El Chicle siempre llevaba con él.