El Parlamento gallego ha rechazado, con el voto en contra de la mayoría absoluta del PP, una moción del BNG que solicitaba ampliar hasta el 31 de diciembre de 2030 la moratoria para plantar eucaliptos que ahora mismo está vigente hasta el fin de 2025.
El diputado popular Miguel Ángel Viso ha argumentado que sería «precipitado» hacerlo «sin evaluar su repercusión» y que las decisiones sobre esta especie «deben tomarse con seriedad, serenidad y basándose en la realidad».
No en vano, Viso ha argumentado que el eucalipto es una «fuente de ingresos muy importante para el rural gallego». Por tanto, la «obligación» de la Xunta es la de «garantizar el equilibrio entre la economía y la ecología».
La diputada del BNG Montse Valcárcel ha sido la encargada de defender esta moción que, aparte de proponer la ampliación de la moratoria en otros cinco años, pedía reducir la presencia del eucalipto en el territorio gallego y acabar con las «plantaciones ilegales» realizadas tras la entrada en vigor de la actual moratoria en 2021.
«Lo único que estamos diciendo es que se respete la ley», ha manifestado Valcárcel, quien ha subrayado que en el monte «existe una economía social más allá de la producción de madera».
Mientras tanto, el PSdeG ha añadido un párrafo para pedir a la Xunta que «en el plazo de tres meses» presente un calendario de actuaciones sobre los planes de ordenación de recursos forestales para todos los distritos.
La socialista Carmen Rodríguez Dacosta ha aprovechado para criticar que, durante los 15 años de gobierno del PP, la Xunta no adoptó «ninguna medida eficaz» para parar la expansión del eucalipto. De hecho, el anuncio de la moratoria conllevó «talas indiscriminadas».
Para justificar la propuesta del PP, Miguel Ángel Viso ha señalado que el eucalipto es «una fuente de ingresos muy importante» y que aplazar la moratoria sin evaluar su repercusión es «precipitado».
Además, ha defendido que el Gobierno gallego otorga ayudas públicas para reducir la presencia de esta especie. En este sentido, ha cifrado en «más de 32 millones» las ayudas que permitieron que, «en los últimos cuatro años», se incrementasen en 10.400 hectáreas las masas de frondosas y coníferas.