La organización ecologista Adega ha presentado este martes junto al Ayuntamiento de Santiago ‘Compostela composta, para á terra o que é da terra’, un proyecto de reciclaje de residuos orgánicos basado en el compostaje.
Lo han hecho en el CIFP de Lamas de Abade, donde se han instalado unos composteros. Allí se han reunido el concejal de Medio Ambiente de Santiago, Xesús Domínguez; una educadora ambiental de Adega, María Amigo,; y el director del centro, Ramiro Esmorís, para exponer la iniciativa. Esta busca gestionar los residuos orgánicos desde «casa» y consta de tres niveles: la enseñanza, la hostelería y el agrocompostaje.
En el caso concreto del CIFP, consiste en reciclar los restos orgánicos generados por los alumnos de cocina, hostelería y panadería. Al contar con comedor y cocina propios, trasladar ‘Compostela composta’ a este centro destacan que supone un gran avance para el plan, que tiene como objetivo llegar a 10 centros de educación para concienciar sobre el «tratamiento de residuos, la recogida selectiva y la separación en origen hasta el destino final».
En el acto, Xesús Domínguez ha explicado que esta campaña supone un ahorro para el Ayuntamiento y la ciudadanía, pues reduce los costes gestión y transporte de los residuos orgánicos. También ha incidido en que colaborará para crear una «Compostela más sostenible y buena de vivir».
Asimismo, el edil ha manifestado que, además de las 11 islas de compostaje que hay ya situadas a lo largo de la capital, 1.500 contenedores para compost individuales se han repartido entre la ciudadanía compostelana y dan servicio a aproximadamente 5.000 personas.
Finalmente, la idea de Adega y el Ayuntamiento es seguir creciendo y lograr que ‘Compostela composta’ llegue a comedores de todo tipo (universitarios, hospitalarios, infantiles, etc.) y los agricultores del medio rural.