El sindicato CIG-Saúde ha denunciado este viernes «nula receptividad» de la Consellería de Sanidade en la «cuestión asistencial y laboral» del Hospital Povisa, con el que el Sergas mantiene un concierto, al tiempo que ha trasladado su «preocupación» por despidos tras ser adquirido por Centene.

La secretaria nacional de CIG-Saúde, María Xosé Abuín, ha criticado la «ausencia total de diálogo» con la Consellería de Sanidade con la que «después de múltiples intentos y de presionar con movilizaciones» consiguió, según explica en un comunicado, «mantener una reunión para tratar las cuestiones asistenciales y laborales referidas a Povisa».

«El argumento esgrimido por el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, fue patético porque ante la preocupación de la CIG-Saúde por la situación en la que queda la atención sanitaria en el área de Vigo, que atañe a más de 135.000 personas, y la situación laboral del cuadro de personal solo fue quien de decir que la Consellería sigue teniendo un contrato con Povisa, que esta no desaparece y que lo único que cambia es el accionariado», ha manifestado Abuín.

En relación a ello, Abuín pregunta «si es por ingenuidad o por incapacidad que el conselleiro da esta respuesta» porque, ha añadido, «un cambio de accionariado puede cambiar todo el modelo asistencial y las condiciones laborales del personal si así lo decide la empresa al margen de lo que piense la Consellería de Sanidade».

GESTIÓN PÚBLICA

Desde que trascendió la adquisición por parte de Ribera Salud, de la multinacional Centene, de Povisa, la CIG-Saúde ha defendido, recuerda, «que fuera comprado (el hospital) por la Xunta para gestionarlo directamente desde la sanidad pública».

«Esta compra permitiría planificar el área sanitaria de Vigo sin interferencias de una empresa privada que lleva 40 años condicionando su desarrollo y garantizaría la asistencia sanitaria a toda la población con recursos públicos, en igualdad de condiciones y servicios, y con un ratio mínimo de profesionales por el número de pacientes, lo que garantizaría la calidad asistencial», defiende esta central sindical.

Por ello, en la reunión, explica la CIG, volvió a poner la mesa esta cuestión. «El conselleiro respondió a esto que si Povisa pasaba a la sanidad pública ésta también tenía que asumir las deudas del centro hospitalario privado», ha señalado Abuín, para añadir que no les dijeron «a cuánto ascendía esa deuda». «Entendemos que parte de esa deuda fue ya amortizada con los incrementos del concierto que le dio la Consellería», ha abundado.

Para la CIG, esta operación «tenía como objetivo sanear las cuentas para facilitar la venta a la multinacional Centene». «Lo que nos parece alucinante es que pretendan convencernos de que esa multinacional va a actuar como una ONG, manteniendo la calidad, los puestos de trabajo, la deuda de la que habla la Consellería y además poner sobre la mesa el dinero para comprar Povisa», ha afirmado.

ESTUDIARLO

La CIG también ha criticado que ante la pregunta de qué medidas va a adoptar la Consellería de Sanidade para mantener la calidad asistencial y el cuadro de personal, «el conselleiro se limitó a responder que ya lo estudiarían».

Por ello, para la CIG-Saúde «la preocupación es que los despidos puedan producirse por la vía de la externalización, por parte de Centene, de servicios que actualmente presta Povisa».