El Álbum de Galicia, proyecto digital que lleva adelante el Consello da Cultura Galega, ha incorporado la biografía del compositor José Torres Creo, a cargo de Pablo Abreu Fernánez.
La biografía y la personalidad de José Torres Creo está marcada por una profunda relación con la iglesia, tal y como explica Pablo Abreu Fernández en la entrada biográfica, que ya se puede consultar en el web del Consello da Cultura Galega.
Para el autor y estudoso de su figura, «su obra musical está profundamente vinculada al pensamiento regionalista, que inundaba las aulas de los seminarios de Santiago y Tui, que fue donde se formó tanto musical como humanamente». La entrada hace un recorrido por su biografía que lleva a este niño nacido en Pontecesures a ingresar en el coro de la Catedral de Santiago con diez años.
Fue una etapa intensa musical y personalmente en la que conoció a los violinistas Hilario Courtier, Eduardo Dorado, Manuel Valverde, José Gómez «Curros», al clarinetista Ángel Brage Brage (padre de los pianistas Luis y Ángel Brage Villar), al violonchelista José Basadre (posteriormente organista de Tui) y tuvo como compañero de coro a Luis Taibo García, reconocido compositor y médico santiagués.
Siete años después se traslada a Tui como organista sustituto. Una estancia en la que hace muchas amistades, entre las que destaca el obispo y arzobispo Manuel Lago González, e inicia su trabajo como compositor. Allí participa en los Juegos Florales que se desarrollan en la localidad organizados por el Comité Central Regionalista, con Murguía como presidente y Brañas de vicepresidente.
En 1892 se traslada a Vigo, donde se asienta definitivamente. En la ciudad olívica crea una capilla musical denominada ‘Capilla Torres Creo’, con la que actuará en funciones religiosas de toda la provincia a lo largo de su vida y perdurará, después de su muerte, hasta principios de la década de 1960 bajo a dirección de su sucesor Marino Gutiérrez Robles. En paralelo también imparte clases de piano.
«Su importancia en la vida musical viguesa se va a ver reflejada en los dos homenajes que recibe, una en 1929 por parte de la Agrupación Dramática Gallega y otra en 1932 por la sociedad Agrupación Artística de Vigo» se apunta desde su entrada en el Álbum.