La facultad de Medicina de Santiago se ha plantado este martes ante los problemas del centro. El alumnado ha vaciado las aulas este martes en una jornada de paro, concentraciones y reivindicaciones para intentar que se la Universidade de Santiago aborde las carencias que sufre tanto la docencia y la organización de las clases como el estado del inmueble.
El apoyo ha superado las expectativas de la propia Asamblea de Aberta de Medicina. Una de los portavoces del alumnado ha trasladado a Europa Press el «increíble» éxito de la convocatoria, dado que Medicina es una facultad «difícil de movilizar» por la cantidad de trabajo que deben afrontar los estudiantes a lo largo del curso.
«Conseguimos vaciar todas las aulas. A primera hora de la mañana no había nadie en primero, segundo, tercero… y en cuarto y quinto alguna persona», ha explicado, ante un pasillo «repleto de gente, motivada,» protagonizando una sentada en las escaleras principales del centro para denunciar la situación y las dificultades que afrontan por la organización de clases y de asignaturas.
Mientras, los representantes y delegados del alumnado participarán en una reunión con el decanato de la Facultad para abordar las reivindicaciones y denuncias que plantean. Por otro lado, también estaba previsto un encuentro con el rector, Antonio López, o un representante de la rectoría.
DESORGANIZACIÓN DOCENTE
Los estudiantes denuncian la falta de prácticas «útiles», puesto que muchos «o no se imparten» o se hacen «como expositivas», por lo que dificulta la adquisición de ese «conocimiento práctico» que necesitan para formarse teniendo en cuenta la carrera que cursan y su futuro laboral.
A ello han sumado la «mala organización docente, los horarios abusivos» y la injusta ponderación y requisitos para aprobar determinadas asignaturas, en las que se exigen un siete que se convertiría en un cinco. Esto sitúa al alumnado «en una clara desventaja» respecto a otras facultades a la hora de presentarse al MIR o para optar a becas de estudio.
Por otro lado, esta representante del alumnado ha denunciado el caso de algunos estudiantes de 5º que tienen que desplazarse a centros de Rianxo o Ribeira, entre otros, en transporte público y costeándoselo ellos mismos, lo que les supone gastos de «más de 200 euros al mes», un coste «inasumible para un alumno».
«ESTAMOS EN EL MISMO BARCO»
El decano de Medicina, Julián Álvarez, ha reconocido que parte de los problemas denunciados por los estudiantes existen y que «hay cosas en las que tienen razón», mostrándose dispuesto a «buscar soluciones».
«Hay una presencialidad excesiva, ciertos problemas de absentismo de profesores por problemas de coordinación, hay aulas que no están excesivamente bien mantenidas, nos gustaría tener más recursos para mejorar la docencia», ha reconocido, asegurando que están «en el mismo barco».
Álvarez ha recordado, además, que está problemática no se ha dado «este curso», sino que viene heredada de otros años, puesto que se vive en un sistema «bicameral» en el que el decanato tiene «pocas competencias» y los diferentes departamentos son «islas» en las que recae la «responsabilidad» de la docencia».
«Son costumbres ascentrales que se ha ido manteniendo y no fuimos capaces de modificar», ha reconocido, aunque ha asegurado que están dispuestos a «buscar soluciones», abordando las cuestiones «punto por punto» y que respetan «exquisitamente el derecho a huelga y manifestación».
«Pero tienen que entender que su ritmo y el nuestro es distinto», ha matizado, puesto que hay un sistema y una normativa que tienen que «cumplir» y que a veces «el tiempo es diferente» y la administración «va mucho más lenta» que las necesidades de los estudiantes.
En este sentido, ha reconocido será «muy difícil» abordar peticiones como la coincidencia de asignaturas entre cursos, sobre todo «en una facultad tan sobrecargada» y tiene un número de aulas determinadas que dificultan esta medida.