Una decena de jóvenes con autismo han iniciado este miércoles su peregrinaje a Santiago de Compostela, en el marco del proyecto ‘Caminautismo’, y han partido de Sarria para recorrer una primera etapa hasta Portomarín (Lugo), con la previsión de llegar a Santiago el próximo 4 de septiembre.
Para los jóvenes con autismo la experiencia del Camino de Santiago supone un desafío, al enfrentarse con dificultades como la relación con el entorno, las comunicaciones en otro idioma o tener que pernoctar lejos de sus familias, a lo que se añaden las exigencias físicas.
Sin embargo, esta iniciativa también les brinda la oportunidad de superarse y demostrar de lo que son capaces, y les ayuda a ganar confianza en sus habilidades.
Agentes voluntarios de la Guardia Civil y de los Carabinieri de Italia se encargan de la seguridad de este grupo, cuya experiencia también servirá, desde el punto de vista de la investigación, para demostrar que el Camino ayuda a reducir la depresión y la ansiedad en las personas con autismo.