El Panteón de Galegos Ilustres ha acogido este martes un acto de homenaje a Francisco Asorey, escultor «de raza» y «artista referente en la renovación del arte gallego en el siglo XX».
Este reconocimiento, organizado por el Ayuntamiento de Santiago y la Real Academia Galega de Belas Artes (RAGBA), se suma al programa de eventos que se celebran este año en recuerdo del escultor natural de Cambados.
El primero en tomar la palabra ha sido el presidente de Academia, Manuel Quintana, que ha recordado todas las iniciativas alrededor de la figura de Asorey que se han celebrado durante este año en el que ha sido homenajeado en el Día das Artes Galegas, con el empeño de «dar a conocer» su figura.
A continuación, la nieta del homenajeado, Mari Carmen Asorey, tras agradecer el trabajo de la Academia, ha anunciado que la familia y la Asociación Francisco Asorey ha iniciado los trámites para, amparados por la Ley de Memoria Histórica, restituir la Medalla de Oro de la Exposición Nacional, que logró por la talla de San Francisco y que donó «para la salvación del tesoro artístico nacional», y que ahora quieren «que vuelva a quedar en el hueco del diploma de la certificación de este premio».
Además, ha señalado que su abuelo era «simplemente un artista con mayúsculas». «Era gallego, no nacionalista; amaba Galicia». Era humilde y no quería notoriedad, algo que hoy se echa bastante en falta», ha expresado.
«MUCHO MÁS QUE UN ESCULTOR SUBLIME»
Por su parte, el secretario xeral da Lingua, Valentín García, ha señalado que Asorey fue una de esas figuras que «supo ponerle rostro a su patria». «Es mucho más que un escultor sublime», ha apuntado, que «supo leer el ADN de nuestro pueblo».
Asimismo, ha destacado que fue uno de los artistas «que tuvo éxito en vida» y que supuso «una referencia en toda Galicia», pero también «en la Galicia de ultramar». «Y eso es porque Asorey era una persona inmensa, un escultor de raza», ha resumido.
Para el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, que también ha asistido a este acto en el Panteón de Galegos Ilustres, Asorey fue «un auténtico revolucionario, capaz de cambiar el mundo con sus ideas» y que gracias a su trabajo «la cultura gallega es también referente en el campo de la escultura».
Antes de realizar la ofrenda floral, la alcaldesa, Goretti Sanmartín, ha destacado dos características de la obra del escultor cambadés: «la representación de la figura de las mujeres y las referencias a la tradición escultórica en que introduce elementos de la vida del común».
En concreto, sobre la representación de las mujeres, la regidora ha hecho referencia a la «mirada cargada de afecto y de sensibilidad» del artista con la que concibió «algunas de las obras icónicas» de la cultura gallega como: ‘O tesouro’, ‘A naiciña’, ‘A filliña’ o ‘A Santa’.
También ha puesto en valor su vinculación con «el movimiento nacionalista y las Irmandades da Fala», así como con Ánxel Casal o Camilio Díaz Baliño.