El pleno municipal de As Pontes (A Coruña) ha rechazado la propuesta del grupo del BNG para solicitar a la Xunta la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las torres de refrigeración de la central térmica, cerrada definitivamente desde el pasado otoño.
La iniciativa ha sido debatida este miércoles en el pleno de la corporación pontina, donde la mayoría que ostenta el PSOE del regidor, Valentín González Formoso, tumbó la proposición de los nacionalistas.
Los socialistas han defendido durante su intervención en el pleno que se siga una «solución similar» para los terrenos de la térmica al seguido en Meirama –Cerceda (A Coruña)–, donde se planea mantener su uso industrial.
«As Pontes cuenta con 600.000 metros cuadrados de suelo industrial en los terrenos que ocupa la central térmica que, una vez demolida, permitiría la creación de un nuevo polígono en el que se instalen industrias que pueden generar actividad económica y cientos de empleos en el municipio», ha explicado el alcalde, Valentín González Formoso, según recoge un comunicado.
Por tanto, el gobierno local que ostentan en solitario los socialistas han manifestado su rechazo a que parte del complejo cuente con protección patrimonial por su valor cultural, ya que entienden que perjudicaría al ayuntamiento al «perder suelo industrial» y, además, tener que asumir «unos gastos de conservación superiores a 1,4 millones de euros anuales que ni Xunta, ni ayuntamiento ni Endesa están dispuestos a financiar».
«Es una pena que esta ansias repentinas de protección del patrimonio no las hubiese tenido el BNG en los años en los que gobernó, cuando permitió la demolición de la vieja central térmica, de dimensiones similares a la de Ponferrada y en las que habría sentido un museo, o cuando permitió la demolición de todos los edificios de la empresa nacional Calvo Sotelo, incluidas las oficinas de la delegación de Endesa», ha sentenciado Formoso.