Los técnicos de Hacienda han empezado este lunes a concentrarse ante las delegaciones de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) de toda España –en el caso de Galicia las protestas se celebrarán este miércoles–, según ha informado el sindicato Gestha, que ha convocado a más de 3.000 trabajadores a manifestarse a lo largo de esta semana.
Los técnicos se manifiestan para protestar por el «enquistamiento» de la situación que sufren en la Agencia Tributaria, lo que está afectando al funcionamiento de la Administración, como demostraría, por ejemplo, el desplome del 82% del número de denuncias de presuntos delitos fiscales. Por ello, han instado a la Dirección de la Agencia Tributaria que apruebe medidas para solucionar estos problemas.
Gestha ha adelantado las manifestaciones previstas para evitar un colapso de la campaña de la Renta, teniendo en cuenta que la solicitud de cita para la atención telefónica se inicia el próximo 29 de abril.
Este lunes han sido convocados por el sindicato los técnicos de Cádiz, Jerez, Algeciras, Ceuta, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Toledo, Madrid y Gipuzkoa.
La próxima concentración tendrá lugar este miércoles 24 de abril en Huelva, Málaga, Córdoba, Gijón, Santander, Ciudad Real, Cuenca, Ávila, Salamanca, Soria, Zamora, Barcelona Lleida, Girona, Tarragona, A Coruña, Pontevedra, Lugo, Logroño, Murcia, Cartagena y Castellón.
Por su parte, el viernes 26 de abril estarán llamados a la manifestación con técnicos de Sevilla, Almería, Granada, Zaragoza, Oviedo, Tenerife, Burgos, Segovia, Valladolid y Alicante.
Esta será la tercera oleada de concentraciones, ahora con carácter estatal, tras las protestas previas de unos 2.000 técnicos de Hacienda de las principales Delegaciones de la Agencia Tributaria que pidieron una solución a la paralización de su carrera profesional, la crisis de movilidad y la mala gestión de recursos humanos de esta Administración.
Además de la paralización de la carrera profesional que afecta a todo el personal de la AEAT desde hace casi tres lustros (salvo unas medidas extraordinarias aprobadas en 2018 para evitar el colapso de la organización), Gestha ha llamado la atención sobre varios problemas históricos que atañen específicamente a los técnicos.
Así, los técnicos han denunciado el incumplimiento durante más de 17 años de la Disposición Adicional Cuarta de la Ley Antifraude de 2006, que obliga a la Administración a adecuar sus puestos de trabajo según la complejidad, dificultad y responsabilidad de sus tareas.
Además, los técnicos han alertado sobre su defectuoso encaje en la organización, pues perteneciendo al grupo A y compartiendo funciones, responsabilidades y régimen de incompatibilidades con los inspectores, sus complementos específicos (el componente salarial que retribuye la especial dificultad técnica, responsabilidad o incompatibilidad) están solapados con los de los agentes tributarios (grupo C) y muy alejados del de los inspectores.
Lo mismo ocurre con las productividades (el componente salarial que debería retribuir el especial rendimiento, actividad, interés o iniciativa), que se concentran de forma desequilibrada en los inspectores sin tener en cuenta, según Gestha, la efectiva aportación de los técnicos a la consecución de los objetivos de la Agencia Tributaria.
DIFÍCIL MOVILIDAD Y FALTA DE AVANCES EN PROMOCIÓN INTERNA
Otro problema es la difícil movilidad geográfica de los técnicos, que contrasta con la facilidad de movimiento en otros cuerpos funcionariales de la Agencia Tributaria.
En este sentido, Gestha ha recordado que unos 1.200 técnicos quieren trasladarse a la provincia donde tienen sus relaciones familiares y afectivas, y en la última convocatoria de movilidad, el 87% de los participantes no consiguieron acceder al destino solicitado como primera opción.
Otra cuestión, según los técnicos es la falta de avances en los compromisos para fomentar la promoción interna y racionalizar los procesos selectivos a los Cuerpos Superiores.
En concreto, el sindicato ha señalado que la promoción interna al Cuerpo de Inspectores no valora a quien forma parte de la organización desde hace años, sus conocimientos técnicos y experiencia. «Por el contrario, quienes aprueban son funcionarios noveles, que ya venían preparando la oposición al Cuerpo Superior antes de su reciente incorporación a la Administración», han criticado.