La Policía Científica ha dado por concluida este miércoles la inspección de la nave de reciclaje de la parroquia de Mazoi (Lugo) que resultó completamente calcinada el martes como consecuencia de un voraz incendio y que los responsables de la empresa titular de las instalaciones creen que pudo ser intencionado.
El fuego, declarado a las 14,30 horas de la jornada del martes en una pequeña nave industrial de almacenamiento de residuos situada en el lugar de Cacabelos, perteneciente al término municipal de Lugo, quedó controlado a lo largo de la tarde gracias a la rápida intervención de los bomberos y los servicios de emergencia que lograron evitar que las llamas se propagasen a las naves adyacentes, de mayor tamaño, y a una vivienda circundante, por lo que no hubo que lamentar daños personales.
Ya en la jornada del martes, efectivos de la Policía Científica se desplazaron al lugar del siniestro para comenzar con la inspección ocular técnico policial del recinto, que ha culminado en la mañana de este miércoles, llamada a esclarecer las causas del incendio.
Una vez completada la inspección, el juzgado se hará cargo del caso y será el encargado de determinar qué es lo que sucedió exactamente en el almacén de reciclaje, propiedad desde hace un año de la empresa Contemar –que alquila las instalaciones–, si bien fuentes cercanas a la investigación han confirmado a Europa Press que no existen, por el momento, indicios de delito que hagan pensar en que el incendio fue intencionado.
Una opinión diferente a la que manejan en el seno de la empresa, con sede en el cercano Polígono Industrial de O Ceao, que no termina de explicarse cómo pudo arrancar el incendio de manera fortuita en una nave que almacenaba «material antiguo, restos de madera y colchones» y de la que quedaba «solo el esqueleto».
«LA NAVE NO TENÍA INSTALACIÓN ELÉCTRICA»
«La situación en este momento es que de la nave no queda nada. Estamos a la espera de que hagan los análisis que tengan que hacer y determinen qué es lo que pasó. Ahora toca pedir permisos de demolición de la nave y punto», ha explicado, desde el lugar del siniestro y en declaraciones a Europa Press, Miguel Abel Real, responsable de personal de la empresa damnificada.
Una empresa, dedicada a la recuperación para el reciclaje de papel, cartón, brik y plásticos diversos, que empleaba como «nave de transferencia» un almacén de mayores dimensiones contiguo al que resultó calcinado y que no se vio afectado por las llamas, revela el responsable de personal de Contemar, porque «por suerte cambió el viento».
«La idea era centrarnos en la nave que ardió una vez que tuviéramos la principal a pleno rendimiento. Si el incendio hubiera afectado a la principal, el problema habría sido mayor porque allí tenemos dos palas y material propio con el que trabajamos», ahonda Miguel Abel Real, que desconfía de que el incendio declarado se produjese de manera accidental.
«Yo no quiero pensar mal, se dieron así las circunstancias y punto, pero no sé el motivo por el que puede prender una nave si no hay nada que lo arranque. Si tuviéramos instalación eléctrica en la nave, pues podría haber sido un cortocircuito, o si ardiese el fin de semana, que había 30 grados, pero ayer no era ni siquiera un día caluroso», reflexiona.
SEGUNDO INCENDIO INDUSTRIAL EN UN MES
El registrado este martes en la parroquia de Mazoi es el segundo incendio de una nave industrial acontecido en la ciudad de Lugo en un lapso de menos de un mes, luego de que el pasado 26 de marzo las llamas devorasen las instalaciones de la empresa Desguaces Sidegal, ubicadas en el Polígono Empresarial de O Ceao, hiriendo a dos trabajadores y provocando importantes pérdidas materiales.
En la nave principal de Contemar de la parroquia de Mazoi, adyacente a la que resultó el martes devastada por las llamas, se encontraban trabajando en el momento del siniestro tres empleados de la empresa, que pudieron abandonar el almacén sin sufrir daño alguno.
La evaluación de las pérdidas registradas en el almacén siniestrado continúan este miércoles mientras los trabajos en la nave principal se han reanudado sin incidencias. «Tenemos contratado un seguro, pero los seguros para empresas medioambientales son muy complejos y es complicado que te cubra este tipo de situaciones, porque somos empresas de reciclaje, empresas de riesgo», finaliza, a modo de conclusión, el responsable de personal de la empresa Contemar.