El portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos, ha reivindicado los resultados obtenidos por su jefe de filas, Alfonso Rueda, en la cita con las urnas del pasado 18 de febrero, al tiempo que ha instado a sus rivales políticos a «asumir donde los colocaron» los gallegos en los últimos comicios autonómicos. «Sin dramatismos, ni harakiris», ha apostillado.
En su intervención en la segunda jornada del debate de la investidura, Pazos ha dejado claro, tras las ofertas de pactos de PSdeG y BNG, que Rueda presidirá la Xunta de forma «escrupulosamente fiel al compromiso asumido» el 18F y con coherencia con el programa electoral que fue «refrendado» con una mayoría absoluta en las urnas.
Así, aunque ha garantizado mano tendida y disposición a escuchar aportaciones de todos los grupos representados en el hemiciclo –BNG, PSdeG y Democracia Ourensana (D.O.), ha advertido que el diálogo estará condicionado por «el mandato» que los populares entienden que han recibido en las urnas.
Y a su modo de ver, «el mal perder demostrado» por la oposición en las últimas semanas «dificulta» cualquier consenso (es más, ha dado por hecho que el pacto por la industria y la energía parece «imposible» ahora mismo), muy crítico con la postura de la oposición sobre el plan de Altri para Palas de Rei (Lugo).
No en vano, ha esgrimido que, sin conocer los informes técnicos, el BNG «ya fue capaz de concluir que se está ante una bomba ambiental, que va a convertir el Ulla en el Amazonas y el corazón mismo de Galicia en un ecosistema tropical», ha aseverado.
«CADA ALEGRÍA, UNA AMARGURA; CADA AMARGURA, UNA VENTAJA»
En esta coyuntura, ha instado a sus rivales «a asumir dónde los colocaron» los gallegos y a hacerlo con «respeto» a las decisión de la ciudadanía y también con vocación de «utilidad», algo que solo será posible, ha agregado, «si se acepta la realidad» que determina el escenario dibujado el 18F.
«Sin dramatismos, ni harakiris, simplemente analizando los datos con aquella ponderación que aconsejaba Serrat cuando cantaba aquello de que en cada alegría duerme una amargura y que todo infortunio esconde alguna ventaja», ha recomendado.
Aunque se ha mostrado escéptico en vista de la actitud que, a su juicio, han expresado los portavoces de la oposición en este debate de la investidura. «Parece que fuese una continuación inmediata del último pleno de diciembre y nada hubiese pasado: mismo tono, misma crítica, mismos asuntos y misma demagogia», ha afeado.
Pero ha subrayado que, pese a los «tediosos y demagógicos mantras de la oposición» y el «discurso cenizo gris pontoniano» que ha identificado con un «intento desesperado de soslayar acontecimientos muy relevantes para el devenir» del Parlamento gallego, el 18F fue «una fecha muy relevante: en la que los gallegos decidieron el modelo de país que desean y decidieron quién debe liderar Galicia, Alfonso Rueda».
«NI LLAVE NI VOZ CUALIFICADA DE OURENSE»
A continuación, ha pasado a referirse grupo por grupo. Y ha querido aprovechar para felicitar a Armando Ojea por la entrada en la Cámara de D.O. (en la tribuna de invitados estaban el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, y otros miembros de la formación), y para darle la bienvenida.
«Pero del mismo modo que yo reconozco los motivos de alegría, deberá reconocerme que, aunque sea con cierta amargura, que ni han tenido la llave del gobierno de este país como pretendían, ni se puede asumir que la suya sea la voz cualificada en esta Cámara. Entre otras razones porque estaríamos faltando al respecto a una gran mayoría de ourensanos», ha puntualizado.
Y ha avanzado cuál será el marco de la relación de PPdeG y D.O.: «Desde el respeto mutuo a nuestras respectivas representaciones, anteponiendo el sentido común al localismo irracional, y sin perder la perspectiva de que los 75 diputados elegidos nos debemos por igual al conjunto de los gallegos».
«INFORTUNIO» DEL PSOE
De «infortunio» ha calificado Pazos el resultado del PSdeG, con su descenso a nueve escaños, antes de identificar como un hecho que «nadie necesita hacer una reflexión profunda sobre los planteamientos que lo llevaron a la actual situación y sobre la hoja de ruta que debe trazar para volver a ser una fuerza política relevante y un instrumento útil».
La «ventaja», ha agregado, es que ahora tendrán «una oportunidad en forma de congreso, aunque sea a la búlgara (José Ramón Gómez Besteiro está ya definido como líder)» en la que, ha manifestado, «hacer esa reflexión y tomar las decisiones adecuadas».
En todo caso, le ha lanzado una advertencia, «ni los ejercicios de sucursalismo, ni el seguidismo de la estrategia de los nacionalistas» parecen «recetas adecuadas» para lograr el respaldo de los gallegos.
«AMARGURAS QUE DUERMEN EN CADA ALEGRÍA»
Y si al PSdeG le sacó el «infortunio», al BNG le ha recordado «las amarguras que duermen en cada alegría». «Ningún ejemplo mejor que Pontón y el Bloque: el crecimiento de su representación (hasta 25 diputados) resulta tan evidente como el estrepitoso fracaso de sus expectativas electorales», ha espetado.
«Porque señorías, el nacionalismo gallego lleva meses inflando un globo que el 18F estalló en sus narices. Si lo prefieren, en retórica nacionalista, la burbuja del BNG hizo ‘bum'», ha espetado, antes de dar por amortizada a Pontón: «Sabe que era su último tren mejor que nadie y los gallegos decidieron dejarla en el andén. Señora Pontón, fin de trayecto».
A los nacionalistas ha afeado también su intención, a juicio del PPdeG, de tratar de «engañar» y aparentar «moderación», al tiempo que actúan de «laicísima inquisición» y exigen investigaciones sobre asuntos como los contratos de la pandemia.
Al respecto, ha lanzado el aviso de que en Galicia «no hay ‘Koldos'» y ha sugerido al Bloque «centrarse en algunos ayuntamientos que gobiernan si quieren satisfacer sus ansias investigadoras» porque «trabajo no les va a faltar».