Los propietarios de la granja de Manzaneda (Ourense) a la que han sacrificado a todas sus vacas a raíz de un brote de tuberculosis. Secundino y Luis, han protestado este miércoles ante la Xunta, en Santiago, acompañados de vecinos y miembros del Sindicato Labrego Galego (SLG). «Nos sentimos abandonados porque vemos que no van a ser suficiente la ayudas que nos van a dar», claman.
El Sindicato Labrego ha convocado esta concentración en San Caetano por el plan de saneamiento frente a la tuberculosis bovina, contra el sacrificio obligatorio de animales y las indemnizaciones «de miseria». Los participantes portaban una pancarta en la que se podía leer: ‘A Xunta quer matar vacas sans. As labrega esiximos respeito’. Allí, han hecho sonar cencerros, bocinas y silbatos.
Estos hermanos explican que tres animales dieron positivo en cultivo y «ya no se hizo ninguna prueba más, directamente vaciado sanitario». Así, la Xunta sacrificó a 49 cabezas de vacas y becerros, además de tres ovejas y una cabra.
Estos ganaderos de la aldea de Palleirós, en Manzaneda, calculan una pérdida de alrededor de más de 800 euros por vaca y ahora tienen que estar seis meses paralizados con el vaciado. «Como no sabemos nada de lo que nos van a pagar, estamos aún en dudas de lo que hacer», explican sobre su futuro, pues recuerdan que la compra de una vaca supone un coste de 2.000 euros por cabeza. «Para reponer lo que teníamos es prácticamente imposible. Estamos sin saber lo que poder hacer», afirman.
«Después de pedir tres o cuatro veces que nos recibiese el conselleiro, no nos recibió absolutamente nadie». «A día de hoy aún no tuvimos contestación de lo que vamos a cobrar por parte de la Xunta de Galicia ni por parte del matadero», denuncia Secundino. «Nos mataron a los animales y aún no sabemos qué indemnización vamos a recibir», agrega.
EL SLG RECLAMA INDEMNIZACIONES «JUSTAS»
Al respecto, la secretaria xeral de SLG, Isabel Vilalba, demanda que se minice matar animales sanos y que las indemnizaciones sean «justas» porque «son insuficientes totalmente». Recuerda que el año pasado se mataron a 400 animales del mismo titular en A Terra Chá.
Requiere a la Xunta que se siente con la granja para conocer su situación y las opciones que tiene. «Me pregunto si cuando haya un positivo en una granja, de estas que le gusta tanto visitar al conselleiro, de mil vacas, ¿van a matar las 999 restantes?», cuestiona. «No vamos a parar aquí», avisa.
Avanza que llevarán este tema a los grupos parlamentarios y tratará la cuestión con el Ministerio de Agricultura al ser un plan estatal de erradicación de la tuberculosis.
Con motivo del sacrificio de reses, la Consellería de Medio Rural trasladó en su día a Europa Press que «el sacrificio obligatorio» de los animales de la explotación afectada se determina «tras la confirmación laboratorial de la existencia de tuberculosis bovina en ella, con lo que se busca atajar el foco de la enfermedad para así poder dar una viabilidad futura a la explotación afectada y proteger a las restantes explotaciones libres de Galicia».