Representantes de Greenfiber, formada por la energética Greenalia y la multinacional lusa Altri, se han reunido con el sindicato UGT para presentar los «elevados niveles de exigencia ambiental» de su proyecto para construir una fábrica de fibras téxtiles en Palas de Rei (Lugo).
Dicho encuentro ha tenido lugar en la sede de UGT de Santiago de Compostela y durante el mismo la compañía ha explicado los detalles de esta iniciativa.
En concreto, la responsable de Sostenibilidad, Recursos Humanos y miembro del consejo ejecutivo de Altri, Sofía Jorge, y el director del proyecto Gama (nombre que recibe la factoría de Palas), Bruno Dapena, abordaron aspectos vinculados con el funcionamiento de la planta, «una instalación que constituye una iniciativa pionera a nivel mundial que situará a Galicia en la vanguardia de una nueva industria basada en la sostenibilidad, la innovación y la mejora continua».
Según recoge la compañía en un comunicado, ambos se centraron en los «elevados niveles de exigencia ambiental del proyecto», que provocan que los procesos de purificación y limpieza arrojen valores «muy por debajo» de los máximos exigibles por ley.
Además, en respuesta a alguna de las cuestiones planteadas, destacaron que el agua que se capta para los procesos de producción se devuelve al río en su práctica totalidad y no altera, en ningún caso, las condiciones actuales del río.
Entre las medidas para favorecer la integración de la fábrica en el entorno, subrayaron el aprovechamiento de la orografía del terreno para la ubicación de las instalaciones más voluminosas en las zonas más bajas y la creación de un cinturón verde para minimizar el impacto visual. Además, recordaron, que la distancia entre el punto más cercano de la planta y el Camino de Santiago alcanza los 3 kilómetros.
Por su parte, el sindicato apuntó a la necesidad de cumplir la legislación medioambiental vigente y de dar prioridad a los habitantes de la comarca de A Ulloa a la hora de cubrir los cerca de 500 empleos directos que generaría el proyecto.