La senadora del BNG, Carme da Silva, ha solicitado al Gobierno del Estado que «no sea cómplice del meteorito» que supone para Galicia el proyecto de Altri y ha pedido que «lo descarten» para la percepción de ayudas de los fondos europeos del PERTE de descarbonización.
El BNG entiende que la sociedad gallega, el sector primario e incluso los ayuntamientos afectados por este proyecto «quieren una respuesta clara del ejecutivo» y rechazan que «se imponga una macro fábrica falsamente disfrazada de verde».
Durante la sesión de control en la cámara alta, el BNG preguntó al Ministro de Industria y Turismo sobre las previsiones del Gobierno de incluir, o no, el proyecto de Altri en las ayudas del PERTE de descarbonización industrial. El Ministro, ha dicho el BNG, «dejó entrever que el Gobierno será escrupuloso en el cumplimiento de la normativa ambiental» y que cualquier proyecto «deberá cumplir el principio de no causar daño significativo al ambiente».
La senadora del BNG ha asegurado que esperaba una respuesta «más contundente» por parte del Gobierno del Estado y ha adelantado al Ministro de Industria que el actual proyecto que formula la empresa lusa «incumple todos los criterios establecidos para la percepción de los fondos europeos del PERTE de descarbonización».
Carme de la Silva entiende que «no vale ponerse de perfil» y anima al Ejecutivo central a «no ser cómplices del Prestige interior, negándole la percepción de ayudas públicas».
Durante la pregunta del BNG, la senadora Carme da Silva ha informado al Ministro de Industria y Turismo sobre lo que supondrá la implantación de este proyecto, «ocupando una superficie de 360 hectáreas», 10 veces más del que ocupa la actual pastera de ENCE en la Ría de Pontevedra. «Necesitará captar más de 16 millones de metros cúbicos de agua al año -46.000 al día- que es más de lo que consume Vigo», ha subrayado.
Del mismo modo, «el proyecto vertirá al río Ulla el 70% del agua después de someterla a procesos industriales contaminantes», ha dicho Da Silva, que ha afirmado que el agua volverá al río «con una variación de tres grados».
«Necesitará 2 millones de toneladas de eucalipto para producir pasta de celulosa destinada a la exportación, sobre todo a China. Una máquina de expolio de recursos y de destrozo ambiental que pretenden que se financie con dinero público», ha finalizado.