El derrumbe de un muro del enlace de la Vía Ártabra y la N-VI en el municipio coruñés de Oleiros ha motivado la articulación de desvíos en el tráfico mientras duren los trabajos para la reconstrucción de esta infraestructura abierta al tráfico hace menos de un año.
El colapso se produjo a la altura de un establecimiento comercial de productos de jardinería en la tarde del pasado viernes como consecuencia de las intensas lluvias de las últimas semanas, según ha trasladado la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, que añade que no hubo que lamentar daños a las personas.
El Gobierno gallego, que prevé terminar los trabajos de reconstrucción en un plazo de tres meses, ha informado que, durante este tiempo, la incidencia provocará la restricción del tráfico en el ramal de incorporación a la N-VI desde la Vía Ártabra, cuyos usuarios se verán obligados a incorporarse en sentido Betanzos (A Coruña) hasta el cambio de sentido en Espírito Santo, a unos 1,4 kilómetros.
Según la Xunta, sus técnicos habían detectado una «deformación» en el muro de sostenimiento ejecutado en las inmediaciones del establecimiento comercial y que, por este motivo, se habían habilitado balizas y señalizaciones para evitar que los vehículos «pasasen pegados a ese punto, con el fin de ofrecer las máximas garantías de seguridad en la circulación».
AYUNTAMIENTO DE OLEIROS
Por su parte, el Ayuntamiento de Oleiros ha demandado explicaciones a la Xunta por lo acontecido en lo que ha calificado como «una obra faraónica», en alusión a los trabajos de conexión entre la Vía Ártabra y la AP-9 que, según remarca en un comunicado, «no se llegó a marterializar».
«Es increíble que una obra que se acaba de hacer se desplome de esta forma. Lo de que en la Vía Ártabra todo es malo, ya no vale, es peor todavía. El señor (Alfonso) Rueda va a tener que cambiar esta conselleira por el bien de Galicia», ha manifestado el regidor, Ángel García Seoane, en alusión a la titular de Infraestruturas, Ethel Vázquez.