El siniestro del cerquero ‘Sempre Güeto’, ocurrido en junio de 2021 en las proximidades de Punta Candieira, en Cedeira (A Coruña), se produjo después de una serie de reformas que «modificaron sustancialmente sus rasgos constructivos principales afectando de forma muy negativa a sus características flotabilidad y estabilidad, hasta el punto de convertirlo en un buque inseguro». Murieron dos de los diez tripulantes.
Así figura en las conclusiones del informe de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), que añade que «las condiciones de flotabilidad y estabilidad precarias se agravaron aún más por la adición de artes sobre cubierta de peso muy superior al autorizado».
El 17 de junio de 2021, este pesquero –sin pescado a bordo y con dos redes sobre cubierta– navegaba entre Cariño y Cedeira, rumbo a su puerto base en Portosín (A Coruña), cuando una serie de fuertes golpes de mar «provocó una escora a babor muy acusada, de la que la embarcación no pudo recuperarse, terminando quilla al sol en pocos minutos». Los tripulantes abandonaron apresuradamente el pesquero y ocho de ellos fueron rescatados ilesos por el pesquero ‘Argote dos’. Sin embargo, dos hombres fallecieron y sus cuerpos fueron recuperados.
La ‘Sempre Güeto’ no llegó a hundirse y pudo ser remolcada al puerto de Ferrol, donde fue adrizada. Tras realizarse una comprobación, se determinó que «la embarcación navegaba con estabilidad precaria, debido a una serie de obras de reforma realizadas sin supervisión y a llevar unas redes de peso muy superior al autorizado».
«El buque navegó durante años empeorando progresivamente sus condiciones de flotabilidad y estabilidad con las modificaciones realizadas y el empleo de artes más pesadas, hasta que llegó el momento en que las condiciones de mar y viento que atravesaron el día 17 de junio, sin ser extraordinarias, las comprometieron definitivamente», afirma la Ciaim. «Buscando un símil coloquial, fue la gota que colmó el vaso», apostilla la investigación.
Y es que las modificaciones acometidas en el buque se realizaron sin autorización de la Autoridad Marítima, ya que no fueron detectadas por los servicios de inspección en toda la existencia del buque. Además, «el vuelco fue muy rápido, por lo que no dio tiempo a realizar un abandono ordenado de la embarcación». «No obstante, existen indicios de que los tripulantes no estaban familiarizados con los procedimientos de abandono y emergencia», agrega la investigación.
Paralelamente, la Ciaim critica la falta de inspección por parte de Capitanía Marítima de estas obras en el buque. «Sin restar importancia a la actuación de la parte armadora, se hace difícil justificar que, a lo largo de todos estos años, ningún inspector de las Capitanías Marítimas que han asistido a este buque, haya advertido alguno de estos cambios».
De hecho, en sus recomendaciones de seguridad, apunta a la Dirección General de la Marina Mercante que debe realizar una acción formativa específica dirigida a los inspectores de los Servicios de Inspección de las Capitanías Marítimas donde tengan su puerto base pesqueros de cerco de características similares al ‘Sempre Güeto’.