Trabajadores de la auxiliar del naval Soling Instalaciones, se han concentrado este lunes ante la delegación territorial de la Xunta en Vigo, para reclamar la implicación de la administración autonómica en la defensa de los puestos de trabajo, después de que los nuevos dueños de la compañía hagan enviado a la plantilla para casa con un permiso retribuido y sin dar más explicaciones sobre su futura actividad.
Según ha informado en un comunicado la CIG, el anterior propietario vendió la empresa «de un día para otro, sin dar ningún tipo de información» y el actual dueño ha enviado a los trabajadores a su casa con un permiso retribuido «sin que sepan cuál va a ser su futuro».
Este permiso finaliza el próximo 26 de febrero y la plantilla, compuesta por 77 personas, no sabe qué hará porque el anterior propietario «se niega a facilitar información» a los representantes de los trabajadores, «ni sobre el proceso de venta, ni los futuros planes industriales, ni respecto del mantenimiento o no de los puestos de trabajo».
De hecho, han denunciado desde la CIG, los empleados ni siquiera saben quién ha comprado Soling, y han señalado que el anterior dueño reconoció que la empresa tenía problemas, pero que se solventarían antes de Semana Santa. «Nuestra sorpresa fue que se presentó en las instalaciones una persona diciendo que era el nuevo propietario, y que nos mandaba 15 días para casa», han alertado los operarios.
Ante estos hechos, los trabajadores han trasladado el caso a la Inspección de Trabajo, y han anunciado una reunión con la Fiscalía, «ante la gravedad» de lo ocurrido. Asimismo, han pedido una reunión con la delegada de la Xunta para pedir implicación de la administración gallega con el fin de mantener la actividad y los empleos.
Al respecto, han trasladado su temor de que la nueva propiedad pretenda «liquidar» la compañía, y han alertado de que la plantilla tiene pendiente el cobro de una nómina y duda de que vaya a cobrar estos días de permiso. Además, al personal que se encontraba trabajando fuera de Galicia, tampoco se les han abonado los gastos de de desplazamiento ni las dietas.
APOYO A LA PLANTILLA DE MAESSA NAVAL
Por otra parte, la CIG-Ferrol ha trasladado su apoyo a la plantilla de Maessa Naval, en la huelga indefinida que han convocado por la «pretensión de la empresa de imponerles» un calendario laboral para 2024 en el que se reparten en minutos los siete días de exceso de jornada que les corresponden.
Este modo «perverso» de interpretar el exceso de jornada, es para la CIG una «argucia» que, de facto, hace que el personal no pueda gozar de esos siete días que les corresponden. El sindicato nacionalista defiende que ese tiempo sirva para que haya menos días de presencia en el puesto de trabajo, y no para salir 10 o 15 minutos antes cada día.
Por todo ello, han hecho un llamamiento a participar en la concentración convocada por el personal de Maessa para este martes, de 9,00 a 11,00 horas a las puertas de Navantia.