Unas 50 organizaciones han convocado una manifestación que recorrerá las calles de Santiago de Compostela el próximo 4 de febrero para protestar contra el «desmantelamiento» de la sanidad pública que atribuyen al Gobierno gallego.
La marcha, que tendrá lugar con la campaña electoral de los comicios gallegos del 18 de febrero ya iniciada, está promovida por el colectivo ‘SOS Galicia’, del que forman parte plataformas sanitarias, organizaciones sindicales, partidos y otras entidades de la sociedad gallega.
La protesta ha sido presentada este jueves en una rueda de prensa celebrada en Burela (Lugo) por la Plataforma Plataforma en Defensa da Sanidade de A Mariña, que ha hecho un llamamiento a participar en una manifestación que quieren convertir en «masiva» para luchar por la «recuperación» del sistema público de sanidad.
Justifican la convocatoria en que la sanidad gallega, dicen, ha sido «objeto durante muchos años» de «recortes serios» que han causado «un deterioro progresivo» de los servicios que han derivado en su «desmantelamiento» por «insuficiencia» de profesionales y recursos materiales.
Advierten de los «colapsos» de los servicios de urgencia o atención primaria en el Servizo Galego de Saúde, al que acusan de «manipular» las listas de espera de forma «escandalosa» con la «ocultación de más de la mitda de los pacientes que esperan una consulta, prueba o intervención».
13 PROPUESTAS
Así, la plataforma plantea trece propuestas para revertir esta situación, la primera de ellas, el incremento del presupuesto sanitario, en especial, el que se dedica a atención primaria, que piden a la Xunta que atienda la recomendación de la OMS para que alcance el 25% del total del gasto sanitario.
Además, reclaman un incremento «urgente» de personal de medicina familiar, pediatría y enfermería, así como la introducción en los equipos de nuevas categorías como psicología clínica, logopedia, terapia ocupacional, atención temprana, nutricionistas, higiene bucodental, podología u optometría.
Abrir los centros de salud cerrados y crear nuevos donde «sea necesario», reintegrar el servicio de ambulancias o los servicios «privatizados» en la red pública y aumentar su número, poner en marcha un plan de racionalización de listas de espera, garantizar la atención a la dependencia en el sistema pública o elaborar un plan de salud mental con medios y personal son otras de las reclamaciones.
También ponen sobre la mesa la necesidad de implantar medidas para terminar con la «inestabilidad y precaridad» del personal que trabaja en la sanidad pública, para el que piden que se tenga dedicación exclusiva.
Por último, reclaman concursos públicos «transparentes» para cargos de gestión y erradicar prácticas de «nepotismo», «recuperar» las gerencias de atención primaria, «reorientar» el sistema hacia un modelo «comunitario y participativo» y aplicar medidas para terminar con el «uso irracional y abusivo de fármacos».