El presidente del comité de Alcoa en San Cibrao, José Antonio Zan, carga contra la «plaga bíblica» de «continuas amenazas» por parte de Alcoa. «Si Alcoa quiere continuar, bien. Si no quiere continuar, pues que deje paso a otro», deja claro.
Alcoa ha advertido de que los recursos con los que ha financiado su planta de San Cibrao, en el municipio de Cervo (Lugo), «están cerca de sus límites», mientras que las condiciones del mercado, incluido el coste de la energía, no respaldan un reinicio económicamente viable, por lo que tendrá que tomar «decisiones difíciles» con impacto adverso en el empleo si no hay cambios sustanciales.
En declaraciones respecto a esta cuestión, Zan avisa de que «el acuerdo firmado, sobre el que dicen que ahora tienen problemas, fue firmado por el mismo CEO de la compañía», el presidente y consejero delegado de Alcoa, William Oplinger, «el que es el máximo responsable jurídicamente de ese acuerdo».
Y «fue firmado hace menos de un año». «El mercado está plano desde entonces, con lo cual no ha habido variación ninguna del mercado», apunta. «El consumo energético es mentira, porque no hay consumo energético en la planta de aluminio. Es más, sería muy fácil firmar una PPA (acuerdo energético a largo plazos) para esas 32 cubas que se van a arrancar. Y las condiciones no han variado desde la firma del mismo», agrega.
«Con lo cual, por ese lado, las quejas económicas no tienen sentido ninguno», ha clamado Zan. En cambio, William Oplinger sostiene que las pérdidas en el ebitda en 2023 superaron los 150 millones de dólares (138 millones de euros) en todo el complejo San Cibrao.
Todo ello en un contexto en el que Alcoa debe comenzar con el proceso de reinicio de cubas de forma progresiva desde este mes de enero y hasta finales de 2025. «Las condiciones actuales del mercado, incluido el coste de la energía, no respaldan un reinicio económicamente viable», ha apuntado el consejero delegado de Alcoa.
ALERTA POR LO SUCEDIDO EN AUSTRALIA
«A los trabajadores le ha caído una plaga bíblica con las continuas amenazas todas las navidades y todos los años por parte de esta empresa», se queja Zan. Denuncia que esto lo sufrente tanto «los trabajadores como la comarca, como los dos gobiernos, que cada vez que hay unas elecciones se ven metidos en este problema».
«Lo peor de todo es que hay que buscar una solución y hay que buscar una solución ya». «Lo que no podemos seguir es jugando a un juego de trileros», avisa el presidente del comité de empresa.
«Solo hay que ver lo que ha pasado en Australia, que justamente solicitaron en diciembre el apoyo del gobierno para la ampliación de la mina. Y una vez que se la concedieron, al mes siguiente despidieron a todos los trabajadores de la factoría de Kwinana», alerta.