Casi un millar de jóvenes interpondrán una demanda colectiva por «falta de medidas de seguridad» en la mayor macrofiesta de Fin de Año organizada en la ciudad de Lugo. Lo harán contra los promotores del evento y los responsables de la sala por «incumplimiento del contrato de la prestación de servicios».
Así lo ha confirmado a Europa Press el abogado José Piroscia, encargado de representar a los más de 875 asistentes que han manifestado, por el momento, su deseo de acometer acciones legales contra los organizadores de la fiesta celebrada en la discoteca Zouk de la capital, situada en el polígono industrial de As Gándaras.
Una fiesta, la más multitudinaria en Nochevieja en la ciudad de Lugo, que congregó el pasado 31 de diciembre a más de 1.800 personas y que se saldó, según los asistentes –en su mayoría jóvenes de entre 20 y 25 años–, con graves deficiencias en materia de aforo, funcionamiento y medidas de seguridad.
«Yo llegué allí sobre las dos de la mañana y había un montón de cola, todo el mundo intentaba colarse o entrar como podía porque estaba desesperada». «Tardamos unas dos horas en entrar», detalla a Europa Press Lucía Piroscia, una de las personas asistentes a un evento para el que fueron puestas a la venta entradas anticipadas con precios entre los 45 y los 50 euros.
«NO SE PODÍA NI RESPIRAR»
En el interior de la sala, relata la joven, continuaron los problemas. «Éramos bastante más gente de la permitida y no había medidas de seguridad, si llega a pasar algo, un incendio, si alguien se desmaya o a alguien le pasa algo, yo creo que nos morimos allí la mitad», denuncia Lucía Piroscia.
La joven, encargada de movilizar por medio de un formulario compartido en sus redes sociales el descontento de otros asistentes y poder emprender así acciones legales de manera conjunta, también denuncia la ausencia de personal suficiente para dar respuesta a la multitud congregada en la discoteca.
«Solo había una barra abierta y cuatro o cinco camareros atendiendo a mil y pico personas, toda la gente estaba apelotonada, casi no se podía ni respirar», apunta.
La macrofiesta, que incluía barra libre y servicio de traslado en autobús al lugar del evento para todos los asistentes, terminó por convertirse, apunta Piroscia, en una experiencia «pésima». «En el autobús había peleas y empujones, todo el mundo intentaba subir como podía», recuerda.
LA DEMANDA COLECTIVA
El padre de Lucía, José Piroscia, será precisamente el encargado de presentar la demanda de los jóvenes contra los organizadores de un evento que, apunta, pudo acabar en «una desgracia colectiva».
«Hoy somos todos muy afortunados, nos ha tocado la lotería porque no pasó nada y no hemos tenido que lamentar una desgracia», ha dicho. Además, ha recalcado que son unos «hechos muy graves, como padre se me ponen los pelos de punta», expuso el letrado, antes de calificar como un «fraude» lo sucedido en Nochevieja en la sala Zouk.
«Se habían vendido 1.800 entradas e incluso se esperaba vender más cuando el aforo era de 967 personas», precisa el abogado, para acto seguido recalcar que lo que persigue la demanda es depurar responsabilidades.
«Estamos haciendo una serie de averiguaciones para saber quiénes son los responsables». «Hay dos partes implicadas, los promotores, que eran intermediarios, y los propietarios de la sala, pero no descartamos, si hay más personas o empresas implicadas, pedir más responsabilidades», añade.
La demanda, que será formulada en base a un «incumplimiento del contrato de prestación de servicios» por parte de los organizadores, así como por la «falta de medidas de seguridad» en la instalación, será presentada, reconoce José Piroscia, de manera inminente.
«Cerraremos en un par de días las listas e iniciaremos los trámites para reclamar en nombre de todos ellos, lo que queremos es que no vuelvan a repetirse hechos como este», apostilla.