Los sindicatos CC.OO. CIG y UGT han anunciado este miércoles la convocatoria de una jornada de paro, el 10 de enero, en el sector de la limpieza de edificios y locales de la provincia de Pontevedra, en demanda de un «convenio digno» y «ante la insistencia de la patronal» de hacer propuestas que «suponen ahondar en la precarización» de los 11.000 trabajadores y trabajadoras afectados por este marco regulador.
Las negociaciones para el nuevo convenio comenzaron en febrero y, según las centrales, desde entonces, «apenas se produjeron avances» por la parte empresarial, que pretende aplicar una subida salarial del 2,66 % para cada uno de los tres años de vigencia (2023-2025), sin cláusula de revisión, algo que califican de «inaceptable».
«Un incremento total del 8 % en tres años cuando el IPC de los últimos dos años fue del 12,2 % es un insulto», han denunciado y han recordado que este sector ya está «altamente precarizado», con un 85 % del personal femenino y casi todas con jornada parcial. «Esta parcialidad hace que haya compañeras que tienen que trabajar hasta en cinco empresas al mismo tiempo, mientras que los hombres tienen todos jornada completa», ha incidido Transi Fernández (CIG).
Los sindicatos han pedido a las patronales AELPO y ASPEL un incremento salarial digno y con claúsula de revisión, así como una reducción de jornada, que supondría mayores cotizaciones y salarios en un sector con tanta contratación parcial. Otra de las peticiones es que las horas que ‘dejan’ las personas que se jubilan sean repartidas entre el resto de trabajadoras (actualmente el convenio recoge que se le dan esas horas a los empleados de más antiguedad, pero las empresas no tienen obligación de facilitar las listas de antigüedad y acaban repartiendo las horas «a quien les interesa»).
Transi Fernández ha recordado que este sector también está en conflicto en la provincia de Lugo, y que hay movilizaciones en Ourense y, en A Coruña, «el convenio acaba en breve», por lo que, en enero, los cuatro convenios estarán «paralizados» por la actitud de ASPEL (patronal estatal), que «se niega a pactar unos sueldos dignos».