El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, ha participado este martes en la jornada de presentación del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de la Demarcación del Miño-Sil, segundo ciclo, en un acto con más de un centenar de representantes de administraciones, colectivos y particulares.
«Las inundaciones constituyen un riesgo natural que a lo largo del tiempo han provocado daños a las personas y a sus bienes, por lo que es importante luchar contra los efectos de éstas a través de la implantación de sistemas de alerta, de la coordinación entre las distintas AAPP, de la corrección hidrológico-forestal y de la correcta aplicación de las medidas de ordenación del territorio», ha subrayado Quiroga
Según ha recordado la Confederación, en 2007 el Parlamento Europeo aprobó una directiva relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación, traspuesta al ordenamiento jurídico español. La normativa exige realizar una serie de tareas, que se revisan cada 6 años.
Entre esas tareas están la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) e identificación de las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs), elaboración de los Mapas de peligrosidad y mapas de riesgo de inundación (MPRI) y redacción de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI).
El nuevo PGRI de la Confederación mejora algunos aspectos ya identificados en el ciclo anterior, como una mejor definición de los indicadores de evaluación; mayor énfasis en la introducción de medidas de retención natural del agua (infraestructuras verdes), como alternativa más adecuada frente a medidas de protección tradicionales; empleo de una nueva metodología de análisis costes/beneficios; visibilizar y valorizar los efectos del cambio climático; e incorporar la Estrategia Nacional de Protección Civil y los nuevos Planes Especiales Autonómicos de Emergencia ante el Riesgo de Inundaciones.
Además, entre los objetivo principales de estos Planes está la concienciación social de los riesgos de las inundaciones y de las estrategias a seguir; además de la total coordinación administrativa y de la mejora de conocimiento entre los actores involucrados en la gestión del riesgo de inundación (Administraciones Locales, Protección Civil, etc.) como clave para la prevención y la preparación ante cualquier incidencia.
Tal y como ha destacado José Antonio Quiroga, «es fundamental que las administraciones y también los ciudadanos conozcan la existencia de las herramientas de consulta disponibles», porque éstas pueden resultar «muy útiles para evitar situaciones sobrevenidas, susceptibles de producir daños a las personas y o a sus bienes».