La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investiga una empresa por su presunta vinculación con el cultivo ilegal y la distribución de plantas de marihuana (cannabis) desde dos instalaciones situadas en las localidades pontevedresas de Lalín y Silleda.
Según han informado fuentes de la Comandancia de Pontevedra, la investigación, coordinada por un juzgado de Lalín, se inició a raíz de la comprobación de un cultivo de cannabis por parte de una empresa, y los agentes intercambiaron información con la Consellería de Medio Rural y el Servicio de Explotaciones Agrarias, encargados de la administración de documentación y permisos.
Así, los investigadores pudieron comprobar la existencia de dos empresas, una con sede en un antiguo hotel de Lalín y otra en una antigua nave de cría de aves en Silleda, que supuestamente se dedicaban al cultivo de cáñamo industrial, pero que, en realidad, usaban esa actividad como ‘tapadera’ para la obtención y posterior distribución de cannabis.
Para ello, empleaban documentación fraudulenta acerca de la supuesta existencia de semillas certificadas por la Unión Europea, para dar apariencia de legalidad a lo que hacían. De este modo, las plantas ya germinadas para la recoleción de las flores del cannabis escapaban a los controles comunitarios y de la Consellería de Medio Rural.
«FINES MEDICINALES»
En las instalaciones de Silleda y Lalín se llevaba a cabo, además del cultivo, el secado y procesado del cannabis y sus derivados, y desde estas localidades se distribuía por todo el territorio nacional mediante envíos de paquetería.
El administrador de la empresa había convencido a los vecinos, que eran testigos de la actividad, de que el cultivo de las plantas era una actividad legal, que se llevaba a cabo «con fines medicinales».
REGISTROS
En el marco de esta operación fueron detenidos dos varones, de 60 y 34 años de edad, domiciliados en La Rioja y Lalín, respectivamente. Uno de ellos fue puesto en libertad en sede policial, mientras el otro pasó a disposición del juzgado, que decretó la libertad provisional. Ambos están investigados por un delito contra la salud pública.
En los registros de las instalaciones, la Guardia Civil se incautó de más de 200 kilos de cogollos de marihuana desecados y listos para su venta; 703 plantas en proceso de secado y con un valor de mercado estimado de unos 500.000 euros; cabinas portátiles de cultivo; extractores; deshumidificadores; sistemas de control de temperatura y de riego; maquinaria para extracción de cogollos; envasadoras; ventiladores; placas fotovoltaicas; y todo lo necesario para el cultivo y procesado de las plantas.
En la investigación participaron efectivos de la Guardia Civil de Lalín y Vila de Cruces, así como el equipo de SEPRONA de la compañía de Lalín.