La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha defendido que los beneficios «extraordinarios» que arrojan los resultados de las empresas de la banca y el sector energético avalan que el impuesto a estas compañías no las perjudica.
Así lo ha manifestado en Santiago de Compostela tras participar en la inauguración de la conferencia anual del Interreg, que acoge la capital gallega desde este jueves.
En el día después de que anunciase que el impuesto ha recaudado en el segundo pago 2.908 millones de euros, Montero ha aseverado que esta figura impositiva «coexiste y convive» con cuentas de resultados que arrojan «beneficios extraordinarios».
En esta línea, ha remarcado que no existen argumentos para «hacer una valoración negativa» del impuesto «ni mucho menos de cómo afecta al propio funcionamiento de las empresas» y a «la cuenta de resultados» de dos sectores que, según Montero, presentan una tendencia «al alza» y que, por tanto, deben «contribuir de forma significativa a la financiación de los servicios públicos y del estado de bienestar».
De este modo, ha apuntado que a finales del año 2024, momento en el que finaliza el período de vigencia de este impuesto extraordinario, el Gobierno tendrá que revisar y dedicir si le da continuidad, una decisión que, como ha resaltado, tomarán con «la experiencia acumulada de estos años».