El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha manifestado que cree que la obtención de ADN es uno de los elementos «esenciales» en la resolución de la investigación del crimen de Cabanas (A Coruña), pero «no solo». Además, ha agradecido el trabajo de las fuerzas de seguridad y ha dado su pésame y condolencias a los allegados de Elisa Abruñedo.
En declaraciones a los medios, el delegado del Gobierno en Galicia ha destacado que esta investigación ha sido «fruto de la perseverancia, de la profesionalidad y, sobre todo, de la colaboración ciudadana que nos ha llevado a, finalmente, a detener al presunto culpable de este homicidio».
El juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol ha decretado el secreto de sumario, por lo que el delegado del Gobierno no ha aportado más datos del caso. El detenido está a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas.
Con todo, el delegado del Gobierno ha aprovechado para felicitar la actuación de la Guardia Civil, en la que ha colaborado la Comandancia de A Coruña y la UCO y ha trasladado el «más sentido pésame» y todo el «cariño a los familiares y allegados» de la víctima, que «en ningún momento han perdido la esperanza» y esperaron este momento durante diez años.
SIN DEMASIADAS PISTAS
Pedro Blanco ha recordado que ha pasado mucho tiempo desde 2013 y ha destacado que, no obstante, «nunca se paró de investigar». Además, recordó que cuando apareció el cadáver el 3 de septiembre «no fue fácil», porque «no había demasiadas pistas», por lo que la colaboración ciudadana y el cribado de ADN que se hizo en su día ha permitido hoy en día tener a un presunto culpable detenido.
Preguntado por si ha sido clave obtener el ADN del presunto autor de los hechos, el delegado del Gobierno ha convenido que cree que «es uno de los elementos esenciales, pero no solo ese» y ha pedido esperar de nuevo al levantamiento del secreto de sumario que será el que permita conocer los detalles de las líneas de investigación.
Así las cosas, ha incidido en que la Guardia Civil «en ningún momento tiró la toalla y estaba convencida de que antes o después serían capaces de identificar, insisto, en este caso el presunto culpable».