Delegadas y delegados de la CIG se concentraron este martes delante de las cuatro delegaciones provinciales de la Inspección de Trabajo para denunciar a las empresas que no entregaron el registro retributivo de 2022 y exigir del organismo «que las obligue a cumplir con la legislación en materia de igualdad».
Las movilizaciones se realizaron coincidiendo con la presentación de más de 90 denuncias referidas a otras tantas empresas y administraciones públicas que no entregaron el registro salarial, «evidenciando su falta de compromiso con la igualdad retributiva entre mujeres y hombres», señala la CIG.
«El boquete salarial es la muestra de la menor valía que nos concede esta sociedad por ser mujeres, dificultando nuestra independencia económica y el acceso en igualdad de condiciones a bienes y servicios», aseveró la secretaria confederal de Mujeres de la CIG, Nicolasa Castro, durante la concentración realizada en A Coruña.
También remarcó que la central nacionalista lleva tiempo denunciando desigualdades de género y que «el boquete salarial sigue siendo una constante» en el marco de una campaña promovida por el sindicato.