La secretaria general del PP gallego, Paula Prado, ha avanzado este viernes en rueda de prensa la presentación de iniciativas en todas las instituciones en las que cuentan con representación para expresar el rechazado de los gallegos a una amnistía con los encausados en el procès catalán, una «preocupación» que –atestigua– preside en los gallegos.
En rueda de prensa, Paula Prado ha explicado que los representantes populares presentarán iniciativas en todos los ayuntamientos, diputaciones provinciales y en el Parlamento para dejar clara su «apuesta por la igualdad frente al privilegio de los independentistas». En este sentido, se ha preguntado si el PSdeG se volverá a «abstener» en una iniciativa que pide «cumplir la Constitución».
En su intervención, Prado contextualizó esta batería de iniciativas en el análisis electoral de las generales, cuyo resultado ha sido de «27 a 15», en referencia a los 13 diputados, 12 senadores y los otros dos por designación autonómica que lograron los populares frente a los 15 que suma toda la izquierda.
En este sentido, ha señalado que estas cifras ya deberían suponer un «respeto» para el PP, que ve «claro cuál es el partido de los gallegos». «Por eso PSOE, BNG y Sumar deberían dejar a un lado el egocentrismo y su orgullo y atender lo que les decimos; su desprecio no es solo al PP de Galicia, es a la opinión de 700.000 gallegos que nos apoyaron en las últimas generales», ha remarcado Prado, que ha invitado a «dejar» de estar «sumidos en la adolescencia» para «alcanzar la mayoría de edad».
Así, ha dejado ‘recados’ para todas las formaciones. A la de Yolanda Díaz, le invitó a «que no se conviertan en restar, que ya lo son» y a aplicarse la «humildad». En este sentido, ha censurado que «su lideresa se niegue a sentarse» con Feijóo, que gobernó Galicia 13 años pero sí lo haga «con un prófugo de la justicia». «Aquí sabemos que es capaz de cualquier cosa con tal de seguir trepando», ha dicho.
Mientras, al BNG le ha afeado que sean «un partido independentista apartado de Galicia» y que hayan rechazado sentarse con el que fue presidente gallego y, al tiempo, vaya a dar «un cheque en blanco» a Sánchez y «apoyan la amnistía».
También se dirigió al PSdeG para instarle a que se «tomen en serio a Galicia» y que abandonen las críticas a Feijóo y la Xunta mientras que no se atreven a decirle «nada a su amado líder». «Pero no se le puede pedir mucho a un partido que no es capaz de hacer primarias, de pedir perdón por los efectos de la ley del solo es sí y que no es capaz de respetar a los (dirigentes) históricos», ha apostillado.
«ESTABILIDAD»
Todo ello lo ha confrontado con el PP, que ofrece «estabilidad» bajo la presidencia de Alfonso Rueda, que ya prepara los presupuestos de la Xunta para el año que viene. Precisamente, preguntada por si descarta definitivamente un adelanto electoral, Paula Prado se ha remitido a las propias declaraciones del dirigente autonómico y apeló precisamente a la preparación de las cuentas como argumento.
Prado también ha reivindicado al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, que es el «único que está siendo claro y contundente» y certifica que «no gobernará a cualquier precio» y que «antepondrá los intereses generales», sin «pujas ni atajos» y sin que «una comunidad lleve por delante a todas las demás».
ACTO DEL DOMINGO
Precisamente con este argumento de fondo, el PPdeG ejercerá de anfitrión para el acto de Feijóo este domingo en Santiago de Compostela, para el que Paula Prado ha indicado que la gente está «muy movilizada y motivada», puesto que las negociaciones con las fuerzas catalanas están «generando una profunda preocupación», como están percibiendo en la sede incluso con «llamadas de personas que han votado a otros partidos y que quieren ir al acto del domingo y al de Madrid» del día 24.
Preguntada por la postura en contra de la cooficialidad de las lenguas en el Congreso, Prado ha afirmado que el plurilingüismo es «una riqueza, pero usar pinganillo es un absurdo», «más allá de un coste innecesarios», al contar con una lengua en común. En todo caso, ha acusado de ser «una distracción para no hablar de otras cosas que se están negociando».