La Xunta, a través de Augas de Galicia, ha requerido a la empresa Tungsten San Finx SL que «ajuste la gestión de las augas residuales» generadas en las instalaciones de la mina, ubicada en el ayuntamiento de Lousame, a las «condiciones establecidas en la autorización de vertido» que se otorgó.
De este modo, la concesionaria deberá acreditar documentalmente este ajuste en el plazo de un mes, según ha comunicado este viernes la Xunta. De no ser así, los incumplimientos podrá dar lugar a la revocación de la autorización del vertido.
Este requerimiento se da después de que los técnicos de Augas de Galicia constatasen en una reciente inspección a la zona la falta de ejecución en plazo de las instalaciones de tratamiento para la correcta evacuación de las aguas residuales en la balsa de decantación final.
En esta inspección también se detectó el vertido de aguas residuales al riego Rabaceiras en dos puntos no autorizados y con superación de los límites impuestos para los parámetros de cobre, cadmio y zinc. De hecho, las análiticas realizadas, y que fueron desveladas este jueves por la plataforma en contra de la mina, reflejan niveles de hasta 78 veces superiores al límite máximo permitido en cadmio.
INFRACCIÓN «GRAVE»
En un comunicado, la Xunta recuerda que estas infracciones están recogidas como «graves» en la ley 9/2010 de Augas de Galicia, por lo que el organismo público viene d einiciar el correspondiente expediente sancionador a la empresa concesionaria.
Este tipo de infracciones, atendiendo al tenor de normativa vigente, pueden suponer sanciones que van hasta los 300.000 euros.
Augas de Galicia otorgó el pasado mes de febrero a esta empresa la autorización para la ejecución de una depuradora, que incluía 18 condicionantes que debía cumplir el titular de la explotación para la correcta gestión del vertido y las medidas para una depuradoración adecuada.