Una persona dio aviso a la Policía de Lugo por la presencia de un rastro de sangre entre el portal y el tercer piso de un edificio de la calle Amor Meilán.
Los agentes de la Policía de Barrio comprobaron la veracidad de la información sin que, inicialmente, recibiesen respuesta de ninguna persona que viviese en la tercera planta.
Finalmente, fueron atendidos por un residente del domicilio, que indicó que su perro se cortó en una pata y había dejado restos de sangre al subir a casa, a la espera de que abriese la clínica veterinaria.
Los agentes comprobaron el estado del animal, que está correctamente documentado e identificado.
INCIDENCIAS CON MENORES
Por otro lado, el pasado martes, la Policía de Barrio acudió a la llamada de una persona que manifestó que alguien había tirado un objeto a la vía pública desde la primera planta de un edificio en la calle Armórica. Concretamente, se trataba de un destornillador, que fue entregado a los agentes.
En la vivienda fueron recibidos por una mujer, que manifestó que «en un descuido» su sobrino de cinco años lo había tirado por la ventana. Los agentes informaron de la responsabilidad que podría corresponder en el caso de que se hubiese producido algún daño personal o material.
También el pasado martes, agentes acudieron a una vivienda tras ser alertados por una pareja que se había quedado atrapada en una galería de su domicilio, sin poder acceder a la cocina, donde estaba su hijo de tres años y había una tartera al fuego, lo que obligó a restringir el tráfico en la calle López Guntín.
Los bomberos accedieron finalmente por una ventana y retiraron la tartera al fuego que presentaba un «peligro inminente». Fue necesario dispensar el fuego formado en la cocina con los medios de ventilación forzada.