El secretario xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete Lasa, ha valorado «los hechos más que las palabras» del presidente de la federación gallega de fútbol, Rafael Louzán, que, tras señalar que el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, «había pedido disculpas» por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso –«errores que se cometen en la vida»–, acababa pidiendo esta semana su dimisión como máximo exponente del fútbol español, junto a los otros 17 dirigentes autonómicos.
«Las declaraciones yo no sé si las hizo o no las hizo. En un primer momento se minimizó y se frivolizó, se trató equivocadamente. También algunos medios de comunicación que no le dieron importancia. Así que me gusta más la gente por lo que hace que por lo que dice, y todos los presidentes autonómicos pidieron la dimisión de Rubiales por actos que no eran acorde a la ley, ni con el respeto a la mujer ni con el decoro debido», ha argumentado Lete Lasa.
Louzán restaba importancia a lo ocurrido con Rubiales y la jugadora de la selección Jenni Hermoso el pasado jueves, 24 de agosto, en un acto de homenaje a la jugadora pontevedresa Tere Abelleira. «Como nos pasó a muchos, yo he visto a muchos compañeros incluso de medios vuestros que en principio no le dieron la dimensión que después fue cogiendo la situación», apuntó.
Tras ello, agrupaciones políticas y sociales solicitan la dimisión del presidente gallego y Marcha Mundial das Mulleres iniciaba una recogida de firmas para exigir la dimisión de Louzán.
Este pasado lunes, 28 de agosto, la Comisión de Presidentes de Federaciones de ámbito Autonómico y Territoriales de la RFEF emitía un comunicado en el que respaldaba al nombrado presidente de la RFEF ese mismo día, Pedro Rocha (segundo de abordo de Rubiales, inhabilitado por la FIFA ese fin de semana). En el comunicado pedían también la dimisión del hasta el momento presidente.
«FALTA DE DIGNIDAD» Y «RESPONSABILIDAD» DEL GOBIERNO
Para Lete Lasa, el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso es algo «intolerable». «Ahora se discute por quién tiene que hacerlo, la Fiscalía, si ha habido agresión o no, pero es una falta de decoro, de dignidad, en una representación que han visto millones de ciudadanos en todo el mundo. Tenemos que exigir a los dirigentes de todo el país qu estén a la altura de lo que representan y este no ha sido el caso», ha afirmado.
Remarca que se ha solicitado «desde todos los ámbitos» la dimisión de Rubiales y ha apuntado directamente al Gobierno estatal. «Responsabilizamos al Gobierno porque seguramente hemos actuado tarde y en el caso de Rubiales hay motivos más que suficientes. Los ha habido, las cuestiones de la Supercopa, reuniones que han sobrepasado el límite, grabaciones a miembros del Gobierno… Había causas suficientes para haber enviado esto al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD)», ha censurado.
Considera que al Ejecutivo «le convenía proteger» a Rubiales y «tendrán que dar explicaciones de por qué ahora no lo hacen». «En este caso nuestra posición es firme y unánime, como se pronunció en su momento la conselleira de Igualdade, Elena Rivo», ha concluido.