Los socorristas advierten que el principal problema de los rescates en los arenales gallegos se debe a que los visitantes «no hacen caso» a sus recomendaciones.
A la llegada de la época estival, uno de los temas que salen a la palestra en Galicia es la cobertura de plazas de estos profesionales en las playas y es que, desde hace unos años, este colectivo experimenta un «déficit importante». Así lo explica, a Europa Press, la presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez.
De esta forma, hay playas en las que el pasado año contaban con servicio de socorrista y este año «no hay». En otras, estos profesionales no llegan para cubrir los arenales de la localidad y los ayuntamientos deben decidir en cual mantener el servicio y en los que dejarlo cerrado.
En cuanto a los rescates, Rodríguez apunta a varios factores. En primer lugar, situó el objetivo principal del trabajo de este colectivo, que es la prevención de accidentes. «Si no hay personal suficiente es cuando se producen», lamenta.
Con todo, también remarca el desconocimiento del entrono por parte de los turistas, así como «una falta de conciencia» por parte de la gente ante el trabajo de los socorristas.
«No hacen caso de las recomendaciones, se meten igual con bandera roja al agua, se tiran de las piedras. Todo ello, pese a que los socorristas les dicen que no», remarca Rodríguez.
Prevención, en palabras de Rodríguez, este es el trabajo de los profesionales de este ámbito. Así, señala que si se produce un rescate es porque, entre comillas, se «hace un mal trabajo».
«Buscamos una prevención para que no haya accidentes y no haya rescates. Si la gente no te hace caso al final se producen y nosotros no tenemos autoridad para multar, ni nada por el estilo», argumenta la presidenta Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia.
«FALTA DE CIVISMO»
El ayuntamiento coruñés de Valdoviño cerró el mes de julio con más de una decena de rescates. El alcalde del municipio, Alberto González, advierte de una «falta de respeto» por parte de los bañistas que «no hacen caso a las señalizaciones».
«Muchos de estos rescates vienen derivados por meterse con bandera roja», lamenta González, al tiempo que explica que, en los arenales de este municipio coruñés, tienen «problemas de plazas» y hay playas que quedaron sin socorristas de los que «habitualmente se cubren».
Así, puntualiza que un socorrista «no tiene porque poner su vida en peligro» ya que «no tiene» porque meterse en una playa de bandera roja. Este comportamiento lo notan «mucho más este año» que los anteriores.
«Las banderas son universales y la megafonía está en varios idiomas. Lo que creo que hay es una falta de civismo y hay un exceso de reclamación de derechos olvidando que también hay deberes», lamenta el alcalde.
Ante esa falta de plazas asevera que «hay muchísimos ayuntamientos» que no las cubrieron e incidió que este problema «se incrementa» en los ámbitos geográficos en los que hay «una mayor despoblación».
Esto se debe, en palabras de González, a que socialmente «hay menos gente joven» que es la que «potencialmente» se puede dedicar a esta profesión en los meses de verano.
Finalmente, hace referencia al registro autonómico de los socorristas que aunque estén apuntados «no tiene que ver» con que sean profesionales en activo.