La Xunta trabaja en la actualización del registro vitícola de Galicia para conocer de la forma más concreta la realidad de la superficie de viñedo en la comunidad. En el proceso se trabaja con la preocupación del sector centrada en el relevo generacional y en la «sangría» de hectáreas abandonadas por «falta de rentabilidad», en palabras del presidente del Consello Regulador de la Denominación de Orixe (DO) Ribeiro, Juan Manuel Casares Gándara.
Casares Gándara ha atendido a los medios, al igual que el conselleiro do Medio Rural, José González, antes de participar en una reunión en la que también estuvieron presentes representantes de las DO Monterrei, Valdeorras, Rías Baixas, y Ribeira Sacra.
El conselleiro ha remarcado que se trabaja con el fin de actualizar y coordinar la información que existe, en forma de base de datos, en dicho registro, con la capa gráfica del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (el Sixpac), que es el sistema de identificación de parcelas agrarias a efectos de la gestión y control de los regímenes de ayuda basados en superficies.
El objetivo, ha defendido González, es lograr que la realidad documentada se corresponda con la realidad física, «la que existe sobre el territorio». Para ello, se cuenta con la colaboración de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), que ha desarrollado tecnologías de inteligencia artificial.
Dichas herramientas van a permitir disponer de un sistema capaz de diferenciar entre tierras ocupadas por viñedos y aquellas que no lo están. «Es decir, conocer con precisión la superficie de viñedo», ha remarcado.
LISTO PARA LA VENDIMIA DE 2024
El conselleiro ha explicado que la finalidad última de estas actuaciones es facilitar la planificación de las diferentes políticas de impulso al sector del vino, así como ahondar en la mejora de su competitividad y asegurar un crecimiento ordenado de las plantaciones de vid.
Al tiempo, se busca también adecuar y armonizar la normativa autonómica con la comunitaria y estatal. A tal fin, la Xunta está elaborando el futuro decreto por el que se regula el potencial de producción vitícola de Galicia y que se encuentra actualmente en periodo de consulta abierta.
Precisamente, el siguiente paso en este trabajo de actualización será someter a exposición pública la información disponible del registro, algo que está previsto para los primeros meses del próximo año, con la vista puesta en tener perfectamente perfilado y finalizado el trabajo de cara a la vendimia de 2024.
Con respeto a la utilidad del registro en la toma de decisiones, el conselleiro ha puesto en valor que la planificación estratégica es una «marca de la casa» en la Consellería de Medio Rural, como así se puso de manifiesto –incide la Xunta– con las estrategias del vino, de la leche, de la carne o del sector forestal que están en marcha.
EL PROBLEMA DEL ABANDONO
Por su parte, Casares Gándara ha celebrado la reunión y que se trabaje en la búsqueda de dar «una foto real» de la situación del sector, debido a que el registro «llevaba casi 30 años sin actualizar». De hecho, ha indicado que su denominación de origen emprendió labores de este tipo en su área y los resultados reflejaron que tanto el número de hectáreas productivas como el de viticultores registrados es muy inferior al que reflejaban los últimos datos de los que se disponía.
En este sentido, ha advertido que solo «con una foto real» se puede «trabajar de forma eficiente», y ha incidido en lo que ha definido como «su mantra»: «En O Ribeiro hay una sangría, una sangría de hectáreas por abandono, por falta de rentabilidad».
«Necesitamos terreno productivo, de ahí a que aplaudamos también la iniciativa de los polígonos agrarios», ha añadido, antes de incidir que al sector también le preocupa el relevo generacional y poder contar con mano de obra. Los problemas que acucian a su área son compartidos, ha indicado, por otras denominaciones de origen «hermanas».
Finalmente, en cuanto a la previsión que tiene para la vendimia de este año, ha asegurado que la estimación es similar al del año pasado, cuando se superaron los diez millones de kilos de uva, aunque habrá que esperar a que se materialice para conocer los resultados definitivos.