El sindicato CIG ha criticado este jueves el acuerdo alcanzado entre la Xunta y CESM para abonar parte del complemento específico –720 de 900 euros al mes– a aquellos facultativos que trabajen tanto en la sanidad pública como en la privada, apuntando que esta aportación tiene como fin «proporcionar más médicos disponibles a la sanidad privada», dado que los que lo percibirán «ya trabajan en el sistema público».
«Van a dedicar un millón de euros al mes a pagar más a los médicos que ya están trabajando en la sanidad pública, que no va a hacer más horas, que van a trabajar lo mismo, pero les van a pagar más para que trabajen también en la privada. ¿Qué aporta a la sanidad pública ese dinero», ha dicho el secretario nacional de CIG-Saúde, Manolo Moreira.
En una rueda de prensa, el representante sindical ha criticado que este acuerdo retributivo se haya alcanzado en una reunión bilateral entre la Xunta y CESM, y no pasando por Mesa Sectorial, y ha reclamado que en la próxima reunión de este órgano actúe también como interlocutor el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
El secretario nacional de CIG-Saúde ha acusado a la Xunta de dar «un paso más» en «el fortalecimiento de la privada» flexibilizando en mayor medida «la dedicación exclusiva» de los profesionales del Sergas, que ya disminuyó hace unos meses las causas de incompatibilidad permitiendo, por ejemplo, que solicitasen la práctica privada complementaria aquellos médicos que trabajen en centros privados con conciertos con el Sergas.
«Ahora se da un paso más, para que sigan cobrando una parte del complemento específico que se paga por la exclusividad», ha dicho Moreira, para quien «con eso lo que se consigue son más médicos disponibles para trabajar en la privada, no en la pública».
MODIFICAR EL SISTEMA RETRIBUTIVO
En este sentido, ha dicho que comparte la idea de que «los médicos que trabajan en la pública están mal pagados», pero ha vinculado esto «al salario» y no a los complementos adicionales. CIG-Saúde, ha apuntado, coincide en que «hay que modificar el sistema retributivo para todos» a nivel salarial, pero ve «una falta de respeto» que la subida «se produzca solo para los que no trabajan en exclusiva en la sanidad pública».
Además, Manolo Moreira ha cargado con la idea que «se usa como disculpa» de que el complemento específico «paga otras cosas» además de la dedicación, dado que en 1991 y 2003 se crearon otros dos complementos para compensar penosidad o dificultad, entre otras cuestiones. Al mismo tiempo, ha dicho que la dedicación exclusiva a la sanidad pública «es un bien a potenciar» que habla del «compromiso» de un profesional con el sistema.
Moreira ha llamado la atención sobre que profesionales con «alta capacidad de decisión en la organización tengan, además, práctica privada», cuando «tienen intereses en que el servicio funcione bien o mal para beneficiarse o no en el ámbito privado» y lo ha equiparado con lo que sucede en otros sectores, como el de la automoción: «Un ingeniero de Citroën no puede trabajar al mismo tiempo para Renault», ha dicho.
El complemento adicional por ejercer solo en la sanidad pública, ha añadido el representante de la CIG, está presente en «prácticamente todos los países con un sistema sanitario moderno», e implica dar un aporte económico adicional al salario «a aquellos profesionales que renuncian a tener otros ingresos a través de la privada por su compromiso con la pública». «La medida que se quiere poner en marcha es que los médicos que tienen práctica privada van a cobrar 720 euros al mes sin adquirir más compromiso con la sanidad pública», ha zanjado.