El representante de la aseguradora de Renfe, QBE, ha subrayado que el ex director de seguridad de Adif procesado en el juicio por 80 muertes y 145 heridos en el accidente del tren Alvia de Angrois (Santiago) infringió el «deber de cuidado» que conlleva «la teoría de la posición de garante».
En la exposición de su informe, el último antes de que, este jueves, tomen la palabra las defensas de los dos acusados –el ex alto cargo de Adif y el maquinista–, el abogado de QBE ha subrayado que, a su juicio, ha sido «baldía» la búsqueda de una norma concreta para probar la acusación contra el ex director de seguridad, puesto que el derecho penal «no lo exige». En este sentido, ha basado su argumentación en la teoría de la posición de garante y en que la imprudencia «es el delito por azar».
Al respecto de esto último, ha señalado que tanto los peritos como los testigos propuestos por el administrador de infraestructuras ferroviarias dijeron en su momento que, en materia de seguridad, «se hacía lo de siempre» para la puesta en servicio de la línea en la que se produjo el siniestro ferroviario. «Un día, ese siempre se cruzó con otra conducta», ha evidenciado, tanto para Andrés Cortabitarte –el ex director de seguridad de Adif– como para Francisco Garzón, el conductor del tren.
Este letrado ha intervenido después del representante del seguro de Adif (Allianz Global), que acusó a QBE de orquestar una «maniobra» para «perseguir» a Cortabitarte.
Ambas aseguradoras se enfrentan por la asunción del pago de las indemnizaciones a las víctimas y el abogado de QBE ha resaltado que este seguro fue «proactivo» adelantando las cuantías.
(Habrá ampliación)