El sindicato CC.OO. ha denunciado que el techo del comedor de los pacientes de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Gil Casares de Santiago cayó el jueves «sobre uno de los usuarios», que «no sufrió daños».
En un comunicado remitido a los medios, el sindicato recuerda que hace cuatro días empezaron las obras de rehabilitación de la planta, pero que se siguió manteniendo la asistencia con dicha unidad parcialmente cerrada.
CC.OO. Sanidade ha recordado que ya hubo desprendimientos del falso techo en una habitación el pasado 9 de mayo. Aquel suceso motivó que la Gerencia decidiese hacer obras en el servicio para sustituir los falsos techos, además de la reparación de los aseos y cuartos.
En aquel momento, el sindicato asegura que ya le pidió a la Gerencia la recolocación de los pacientes y del personal en una de las plantas cerradas del hospital, al considerar que «se estaba poniendo en riesgo a usuarios y profesionales».
«Para esto, habría que acondicionar la unidad, que ya había acogido a pacientes de psiquiatría. Además, se le requirió informe de la arquitecta avalando la seguridad de la estructura, informe e prevención de riesgos y un cronograma de actuaciones a realizar», ha indicado.
Tras este nuevo accidente, CC.OO. ha instado a la Gerencia a que «no haga al mismo tiempo la obra y la atención presencial», al asegurar que «expone a las personas de forma innecesaria».
El sindicato defiende la existencia de alternativas viables que no pasen por la derivación de pacientes a dispositivos externos. «La solución no está en trasladar a pacientes en fase aguda al Hospital Hestia Robleda, con una cabida que supera los 110 pacientes, un único psiquiatra y un cuadro de personal deficitario», sostiene CC.OO, que subraya que el centro «carece de las medidas necesarias para atender personas que necesitan un ingreso hospitalario en una unidad de agudos».
REMODELACIÓN Y TRASLADO
Consultadas al respecto, fuentes de la Gerencia han señalado que el jueves se decidió proceder a la remodelación de la zonas comunes tras ampliarse el ámbito de actuación de las obras iniciadas el pasado lunes.
Así, señalan que, ante la posible afectación de las obras en las estructuras colindantes, el jueves se decidió proceder a la remodelación de las zonas comunes: comedor, pasillo, sala de estar, control de enfermería y demás.
Además, han indicado que los pacientes están siendo trasladados a otras unidades, buscando siempre la mejor solución sanitaria y de confortabilidad para los pacientes.
La Gerencia señala que el hecho de no compatibilizar obras con la asistencia sanitaria permitirá acortar el tiempo de ejecución inicialmente programado a pesar de incrementar el ámbito de actuación, y desarrollar la reforma de toda la unidad en tan solo dos meses.
«Se trata de una remodelación integral que afecta a más de 500 metros cuadrados y que superará el presupuesto inicial de más de 300.000 euros», señala para incidir en que «en la inspección técnica realizada el pasado mes de mayo no se detectaron anomalías en el falso techo de dichas zonas comunes».