El director xeral de Familia, Infancia e Dinamización Demográfica, Jacobo Rey, ha destacado que la lista de espera en los ocho puntos de encuentro familiar existentes en Galicia se redujo a «prácticamente cero» desde la ampliación de su horario a los siete días de la semana.
Así lo ha manifestado este jueves durante su intervención en la Comisión Institucional, de Administración Xeral, Xustiza e Interior, en la que ha destacado que en el año 2022 se amplió por primera vez la red de puntos con uno nuevo que da cobertura a la comarca de O Barbanza.
Además, ha señalado que el Gobierno gallego ya ha iniciado las actuaciones para seguir iniciando la cifra de instalaciones de este modo con el objetivo de abrir nuevos puntos allí donde hay una demanda suficiente para evitar que las familias tengan que hacer desplazamientos de larga duración para poder utilizar este recurso.
Según ha indicado, esta ampliación beneficiará especialmente a las provincias de Ourense y Lugo, en las que actualidad solo existe un recurso de este tipo, ambos en la capital provincial. «Por esta razón, en esta fase se trabaja en la puesta en marcha de tres puntos en las comarcas de A Mariña, Monterrei y Deza», ha dicho.
El director xeral de Familia también ha explicado que en este 2023 la Xunta destinará más de dos millones de euros al funcionamiento y a la mejora de estos puntos de encuentro familiar que están en funcionamiento, así como a los que prepara para su apertura.
Jacobo Rey se ha pronunciado de este modo en respuesta a una pregunta formulada por la diputada socialista Paloma Castro, quien ha señalado que desde que la Xunta anunció a principios de año la apertura de estos tres nuevos centros, no se supo «nada más».
Además, la socialista, que ha preguntado por los criterios que la Xunta tuvo en cuenta para la localización de estos, ha puesto en cuestión que los puntos de encuentro familiar vayan a cerrar 15 días pro vacaciones del personal en el mes de agosto y ha advertido de que muchas familias tendrán que «buscar alternativas» para dar cumplimiento a sus sentencias.
Al respecto, el director xeral ha sostenido que un decreto del año 2014 regula que estos centros podrán cerrar 15 días después de la reorganización de las intervenciones previstas y se ha referido a la necesidad de que los niños que utilizan este recurso trabajen o intenten trabajar siempre con los mismos profesionales, algo que «no es posible si se tiene que sustituir a su personal durante las vacaciones».