La constitución de la Diputación Provincial de Ourense continúa en el aire a la espera de la resolución del recurso presentado por Celanova Decide en el Ayuntamiento de Celanova y sin darse a conocer quién ocupará el puesto de presidente que ha dejado Manuel Baltar tras 11 años de mandato.
El regidor municipal de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, reconocía en la recta final de su anterior mandato que le había llegado por «radio macuto» la información de que «la intención» de Manuel Cabezas, el candidato a la alcaldía por el Partido Popular, era recoger el acta de concejal para «poder aspirar a ser diputado provincial» y «elegido presidente» de la Diputación.
Este martes, ya con el bastón de mando para los nuevos cuatro años, tras un pacto firmado el propio sábado de investidura para que tanto en el ayuntamiento ourensano como en la Diputación gobernase la lista más votada –Democracia Ourensana y PP, respectivamente–, ha admitido que, antes de «dar el ok» al PP preguntó si Cabezas sería el candidato a la presidencia de la institución provincial.
«Nosotros siempre respetamos los pactos, somos los únicos que los respetamos», ha subrayado, preguntado sobre si se mantendría ese acuerdo, firmado por el propio alcalde y por el regidor de Xunqueira de Ambía con autorización de Paula Prado del Río, en caso de que Manuel Cabezas sea el candidato.
«NOSOTROS NUNCA HEMOS TRAICIONADO A NADIE»
«Nosotros nunca hemos traicionado a nadie; ni al PP, ni a Baltar», ha añadido para valorar que «en la partida de póker» entre «cuatro jugadores» quedó «claro» que los que «mantienen siempre su palabra son Democracia Ourensana» y quedó «alucinada una parte» del PSOE.
Así, ha defendido que su formación cumple «los pactos», pero reconociendo que antes de llegar al acuerdo preguntaron por Manuel Cabezas. «Deslizamos esa pregunta, ‘Oye, ¿Cabezas no será el candidato?’ antes de dar el ok y lo que nos dijeron fue que no estaban precisamente pensando en él», ha expuesto.
Jácome no ha escatimado en críticas a Cabezas, quien en la jornada de investidura se desvinculó de un pacto que liga con la dirección autonómica del partido. De hecho, aunque asumió el acta y, al igual que el resto del grupo, cumplió la disciplina popular votándose a sí mismo, avanzó su intención de dejar el Consistorio ourensano, un paso que hasta el momento no ha formalizado.