El PP de A Illa y toda la candidatura ha cerrado filas con su cabeza de cartel, Matías González Cañón, después de trascender que fue condenado por agredir a su expareja en el año 2011. Contradice así a la dirección provincial, que ha reprobado los hechos y pidió al cabeza de cartel que dejase la lista, a lo que este se ha negado.
En respuesta, la dirección del PP de Pontevedra comprometió que González Cañón no formará parte del grupo municipal popular que se constituirá después de las elecciones del 28 de mayo.
Por su parte, arropado por sus compañeros del PP local, el cabeza de cartel ha difundido un vídeo por redes sociales en el que se declara como «principal afectado y víctima» de un «ataque oportunista» que atribuye a sus rivales políticos.
El candidato fue condenado en 2011 por una agresión a una expareja a una pena de 25 jornadas de trabajos en favor de la comunidad, privación del derecho de tenencia y porte de armas durante 9 meses y prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima en el mismo periodo. También tuvo que abonar una multa que rozaba los 80 euros.
En su vídeo comunicado, González Cañón muestra su «absoluta repulsa a cualquier acto de violencia machista», al tiempo que admite que le duele «de todo corazón» que se «vuelva a sacar un tema» por el que –se defiende– ya pagó «injustamente» hace 12 años.
«EN ESTE PUEBLO NOS CONOCEMOS TODOS Y SABEMOS QUIÉN ES QUIÉN»
Así las cosas, ratifica que seguirá «adelante» con su proyecto para A Illa. «No voy a dar ni un paso atrás», añade.
«Suerte que en este pueblo pequeño nos conocemos todos y sabemos quien es quien; nosotros vamos a continuar con el proyecto con el que queremos representar al nuestro pueblo y a nuestros vecinos a pesar de que intenten manchar mi imagen», continúa.
Finalmente, ha lamentado «profundamente» que haya quien «utilice el beneficio de ley, en algunos casos, para hacerle daño a otras personas» y, tras remarcar que no solo su equipo y el PP sufren daño por una cuestión que también afecta a su «familia», concluye reiterando que condena cualquier acto de violencia y respaldando «a la gente que, de verdad, sufre casos de violencia de género».