La conselleira do Mar, Rosa Quintana, ha explicado este miércoles que la Xunta trabaja en el diseño de una nueva normativa tanto para regular la extracción de semilla de mejillón –mejilla– en los bancos naturales como para su captación y producción. La oposición, por su parte, ha afeado la falta de diálogo real del Gobierno gallego.
Esa norma, ha detallado en respuesta a dos preguntas planteadas por los grupos nacionalista y socialista, buscará solucionar «los cambiosregistrados en la actividad en los últimos años y atender los del futuroinmediato, estableciendo un plan de gestión de este recurso, una herramienta fundamental para optimizar y flexibilizar la recogida de cría de las rocas».
Esa planificación, ha insistido, permitirá «adecuar los tiempos de recogida al estado y localización del recurso protegiendo las zonas en las que aún no es apta para llevar a las bateas y abriendo aquellas en las que su tamaño permite adelantar la recolección».
El objetivo es también simplificar los trámites inherentes a la actividad del sector bateeiro y avanzar en la digitalización de muchos de los procesos, lo que contribuirá a mejorar la trazabilidad del recurso en beneficio de toda la cadena de producción, transformación y comercialización del mejillón.
Rosa Quintana también ha puntualizado que el plan requiere de la participación «abierta y activa» de los productores de mejillón, «entendiendo que es la mejor fórmula para avanzar en la cogobernanza en la explotación de este recurso marino, al igual que ocurre con otras especies pesqueras o marisqueras».
Por este motivo, ha continuado, próximamente la Consellería propondrá al sector mejillonero la elaboración de un plan de gestión. «El objetivo es crear un grupo de trabajo científico-técnico para abordar las demandas y necesidades de las organizaciones de productores e incluirlas en esa hoja de ruta que posteriormente revisará y aprobará la Xunta de Galicia», ha comentado.
La responsable de Mar de la Xunta ha incidido en que «la vía para resolver el problema» es el dialogo y, al respecto, ha reiterado la «voluntad total» del Ejecutivo gallego para «avanzar con todas las partes implicadas». Por ello, ha pedido a los representantes del sector que «pongan de su parte y se sienten a la mesa sin apriorismos para poder conseguir consensos y soluciones satisfactorias para el largo plazo».
Y es que tanto los nacionalistas como los socialistas han puesto en cuestión la capacidad de la conselleira para dialogar y llegar a acuerdos con las partes implicadas, y han acusado además a la Xunta de haber alimentado un conflicto que no existía y tomar decisiones sin datos técnicos «actuales y propios».